Tiene 18 años y un largo historial delictivo a sus espaldas. Desde hace seis meses estaba en busca y captura porque un día salió del centro de menores de Es Pinaret y no regresó, cuando estaba obligado a hacerlo. Agentes de la Policía Nacional lo detuvieron la tarde del pasado jueves tras protagonizar una persecución por las calles del barrio de Corea, en Palma. El chico, de nacionalidad española, llegó a intentar subir a la azotea de un edificio, pero ahí se acabó su intento de huida.
El joven delincuente es un viejo conocido de la policía. Sabían que desde que no regresó a Es Pinaret se encontraba en la capital balear, cometiendo fechorías sin ser, hasta este momento, detectado. Días atrás una patrulla lo localizó por las inmediaciones de Camp Redó y pudo confirmar que se solía mover por allí con cierta normalidad. Con dicha información se montó un dispositivo para dar con él y ponerlo a disposición judicial, tal y como se había solicitado meses atrás, desde que se fugó del centro de menores.
Según fuentes judiciales, este jueves por la tarde un vehículo policial lo vio por la zona de la barriada de Corea. Al darle el alto los agentes el joven, que tiene varias condenas de cuando era menor por delitos violentos, echó a correr sin pensárselo por las diferentes calles de la zona. En un momento dado pensó que colarse en un portal sería buena opción. Los policías iban al acecho. Cuando intentó acceder a la azotea para seguir su huida se topó con que la puerta de acceso estaba cerrada. Ahí acabó su carrera. Los policías nacionales lo arrestaron en ese mismo momento.