Un hombre ha negado este lunes en la Audiencia Provincial haber abusado sexualmente de su nieta menor de edad cuando la niña pasaba los veranos en su casa en Mallorca. El hombre ha defendido su inocencia durante un juicio celebrado en la Sección Primera de la Audiencia, donde la Fiscalía pide una condena de diez años de cárcel por dos presuntos delitos de abuso sexual.
El Ministerio Público sitúa los hechos en los veranos de los años 2016 y 2017, cuando la niña tenía diez años.
El hombre ha negado todas las acusaciones, rechazando que, como sostiene la Fiscalía, hablara de sexo a la menor, le enseñara a masturbarse o le preguntara por su intimidad. También ha negado haberle pedido que se quitara el bañador cuando estaban solos en la piscina, haberle tocado los pechos o besado en la boca, o haberse acostado en una cama ambos desnudos.
En el interrogatorio, ha mantenido que todo eso no ocurrió «nunca». «A una niña de diez años, ¿cómo le voy a decir eso? Por favor. Era súper pequeña. Para mí era una princesita. Jamás le he escuchado una palabra mal dicha, era una niña súper educada e inteligente», ha incidido.
El acusado, que ha respondido a las preguntas de todas las partes, ha señalado que en la casa siempre estaban con su esposa, y que aunque sí que es posible que alguna vez se quedara a solas con la menor en la piscina, la vivienda solía estar muy concurrida por familiares y amigos durante el verano.
El hombre ha sostenido que su relación con la nieta era «muy buena», así como con sus padres. En este sentido, ha achacado la denuncia a un conflicto familiar con otra de sus hijas: «Es una persona muy egoísta, considera todavía hoy que es mi obligación mantenerla y tiene 46 años», ha declarado.
En esta línea, el acusado ha sugerido que su hija, tía de la menor, podría haber «utilizado» a su sobrina con el objetivo de «intentar sacar dinero». «Según ellos yo soy rico, y yo no soy rico», ha comentado. El hombre también ha remarcado que esta pariente le habría estado hostigando para que le pagara una reparación de su coche y cuando él se negó, se enfureció.
Además, ha indicado que esta persona le denunció en 1993 por una presunta agresión sexual pero «se sobreseyó porque era una calumnia». «Ahora continúa buscando alguna manera de involucrarme en alguna cosa», ha planteado.
El hombre ha indicado que no ha vuelto a tener contacto con su nieta desde que la Policía le citó para declarar. Quiso «aclararlo» con su yerno y quedaron en hablar del tema, pero finalmente nunca llegaron a hacerlo.
A preguntas de la defensa, el acusado ha indicado que ha necesitado tratamiento psicológico a raíz de la denuncia. La declaración de la menor se ha practicado a puerta cerrada. Al margen de la pena de cárcel, la fiscal también pide una orden de alejamiento de 500 metros en favor de la menor por 12 años, y una medida de libertad vigilada por diez años, así como el pago de una indemnización de 3.000 euros para la víctima.
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