Los episodios, según la denuncia interpuesta por la madre de la víctima ante la Guardia Civil, empezaron a finales del pasado mes de septiembre. Tres de las agresiones sexuales se produjeron en los baños y en un aula del instituto y un cuarto en un bosque cercano al recinto escolar. La primera agresión ocurrió el 27 de septiembre, cuando el estudiante pidió a la víctima, de 13 años, que salieran del aula. La agarró del brazo y la condujo a un baño en el que le obligó a que le masturbara.
La niña accedió por miedo a represalias y a que la insultara. El segundo episodio fue el 7 de octubre de forma similar y el tercero tuvo lugar el 18 de ese mes. El investigado comentó a su compañera que tenía que hablar a solas con ella para contarle una cosa y la adolescente pensó que se disculparía por su actitud.
Insultos y acoso
El alumno la llevó a un pinar y volvió a agredirla sexualmente. Desde aquella ocasión, según la denuncia, el chico la insulta llamándola «guarra, sidosa, cerda, puta o lesbiana». El autor de estos hechos estuvo inmerso en otro protocolo de acoso escolar hacia otras compañeras. Los profesores del centro explicaron a la Guardia Civil, que se hizo cargo de la investigación del caso, que el estudiante profiere insultos despectivos hacia las mujeres y que no respeta a los docentes ni a sus compañeros.
La jefa de estudios del instituto de Calvià manifestó a los agentes que el menor no demuestra ningún tipo de arrepentimiento y que su conducta es «pasiva, indiferente e impasible».
La víctima de las cuatro agresiones sexuales fue citada ayer para declarar en el juzgado de Menores número 2 de Palma y confirmó los episodios sufridos, según explicaron fuentes jurídicas a este periódico. El estudiante reconoció ante el profesorado a finales de noviembre de 2022 que ha insultado a gran parte de la clase porque le molestan.
El adolescente acumuló hasta 37 amonestaciones en el centro escolar
La Guardia Civil de Calvià abrió una investigación contra el estudiante por un presunto delito de agresión sexual continuada a menor de 13 años. El alumno, asistido por una abogada, aseguró a los agentes que no realizó ninguno de los cuatro episodios que le atribuyen. Según se desprende del atestado del instituto armado, el estudiante acumuló hasta 37 amonestaciones en el instituto de Calvià.
El menor ya fue expulsado por agredir a un compañero y mantuvo actitudes despectivas hacia las chicas. A principios del pasado mes de enero regresó al centro pese haber sido expulsado. El profesor de educación física lo vio junto a un grupo de menores en la zona del polideportivo y avisó a la Policía Local de Calvià. La víctima de las agresiones sexuales contó a una profesora que lo vio en un pasillo y le propinó un empujón.