Una vez que la menor se negó a seguir enviándole vídeos y fotografías íntimas el ciberdepredador la amenazó con difundir los archivos a su entorno familiar. Las primeras pesquisas permitieron corroborar los datos denunciados y que el presunto autor era consciente de la edad de la perjudicada. Tras meses de investigaciones, los policías consiguieron identificar y localizar al sospechoso en Sevilla, donde fue arrestado por delitos de corrupción de menores, producción de material pornográfico infantil y amenazas.
Los investigadores registraron su domicilio e intervinieron dos dispositivos electrónicos. Los agentes especializados en ciberdelincuencia solicitaron autorización judicial para extraer información y analizar dos teléfonos móviles del individuo para acceder al perfil que utilizaba en la red social para embaucar a las víctimas. El análisis forense se prolongó durante un año debido a la dificultad que supuso recuperar información de uno de los móviles. Los agentes detectaron que el hombre, a través de aplicaciones de chat o redes sociales frecuentadas por adolescentes, buscaba víctimas muy jóvenes, de 13 a 22 años, sin importarle si eran menores.
Para contactar con las víctimas utilizaba datos ficticios con la finalidad de ocultar su verdadera identidad. Se presentaba como un joven empresario y engañaba a las víctimas utilizando como reclamo una oferta de trabajo como acompañante de eventos. Les ofrecía dinero -unos 5.000 euros al mes- y 'caprichos' que consistían en teléfonos móviles de alta gama o complementos de moda. El ciberdelincuente pedía archivos sexuales a sus víctimas y si se negaban las presionaba o las coaccionaba. Los investigadores detectaron que la cantidad de archivos que debían remitir al investigado rondaban las 100 fotografías cada tres días, lo que provocaba en las menores un alto nivel de estrés si querían alcanzar esta cifra.
La Policía Nacional ha identificado a 25 víctimas de 13 a 22 años que residen en distintos puntos de España como Mallorca, Madrid, Barcelona, Sevilla, A Coruña, Tenerife, Las Palmas, Badajoz o Córdoba. En total hay 15 menores de edad. Los investigadores solicitaron colaboración a las plantillas policiales del lugar de residencia de las víctimas y tomaron declaración a todas. Las adolescentes se reconocieron en las imágenes de índole sexual recuperadas y relataron que se sintieron engañadas, lo que les ocasionó una gran angustia por las artimañas y la presión ejercidas por el investigado. Varias perjudicadas han necesitado tratamiento psicológico por la ansiedad sufrida y los trastornos del sueño. Algunas de ellas llegaron a autolesionarse. El pasado 18 de abril tras el análisis efectuado, así como la identificación de otras 24 nuevas víctimas, se detuvo de nuevo al ciberacosador. El juzgado de Instrucción en funciones de guardia de Carmona (Sevilla) decretó su libertad con cargos.
3 comentarios
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Pero que lacra, matando al perro se eliminó la rabia.
La última frase de la noticia, lo mejor del día 😆😅😂🤣mañana más, pero no mejor, porque, es imposible.