La repercusión mediática de la información facilitada en primicia por Ultima Hora no ha hecho más que poner de nuevo en el punto de mira a la cúpula de la Policía Local de Palma cuando aún no se había recuperado del escandaloso cobro de las horas extras de la actual jefa accidental del Cuerpo, la comisaria Antonia Barceló. Hace unos días, durante una auditoría informática rutinaria del servicio técnico del Ajuntament de Palma y cuando el personal laboral destinado en dependencias policiales estaba recogiendo cajas del despacho utilizado por un comisario jubilado, saltaron todas las alarmas.
Los funcionarios detectaron una serie de cd's y dispositivos de almacenamiento en cuyo interior había una gran cantidad de material pedófilo. Fotografías y vídeos de contenido sexual explícito con menores de edad. En el momento que se descubrió dicho hallazgo, los trabajadores de Cort comunicaron lo sucedido a la dirección de la Policía Local de Palma, a la regidora del área de Seguretat Ciutadana y se informó al mismo tiempo al alcalde de Palma en funciones, José Hila. Acto seguido, se ordenó la puesta en marcha de una investigación interna. Una vez finalizada la misma y analizado el contenido pedófilo almacenado en los diferentes dispositivos intervenidos, se decidió cursar la pertinente denuncia judicial y poner los hechos en conocimiento de la Policía Nacional.
Con suma celeridad, el Grupo de Delitos Tecnológicos del Cuerpo Nacional de Policía asumió la investigación de la causa informando de todo ello al juzgado de Instrucción número 7 de Palma, con el juez Antonio Garcías al frente. El comisario investigado se jubiló hace más de cuatro años. Se trata de un histórico del Cuerpo con más de 30 años de carrera a su espalda y con fuertes vinculaciones al mundo del sindicalismo. Todas las fuentes consultadas coinciden en destacar que se trata de un comisario jubilado y que no tiene ningún tipo de vinculación actual con el equipo de mando. A pesar de que la noticia está siendo tratada con el máximo de sigilo para evitar un escándalo, en el cuartel de San Fernando no se habla de otro tema en los corrillos y conversación de bar.