Como en el caso de Romeo y Julieta, la familia no aceptaba su relación y la presión para que dejaran de verse fue en aumento. El asunto fue a más hasta el punto de recibir la joven insultos homófobos, así como golpes y tirones de pelo e incluso fue agredida con un cable de un cargador de móvil para que acabara la relación. Al ver que no se ponía a la historia romántica, los progenitores contactaron con los padres de la otra adolescente.
La madre de la segunda víctima, que tampoco conocía que su hija mantenía relaciones con otra chica, empezó a presionar también a la adolescente para que rompiera la relación. Le dedicó toda la clase de insultos e incluso la agredió, utilizando también el cable de un cargador de teléfono, así como un palo pequeño de madera. Estas agresiones fueron descubiertas por los profesores del instituto en el que estudian las menores, que pusieron en conocimiento de la Policía los hechos.
Hay que recordar que los delitos de odio por orientación sexual o identidad de género han crecido en España. Así lo ha alertado el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en la presentación del informe sobre la evolución de este tipo de delitos en 2021. Baleares se encuentra en la cuarta posición con una tasa de 4,77 casos por cada 100.000 habitantes, principalmente por racismo y xenofobia. En el resto del Estado la media se sitúa en el 3,80.
En este sentido, la asociación LGTBIQ+ Ben Amics ha llamado a participar en una concentración que organiza este jueves en la plaza Mayor de Palma, para mostrar su rechazo a la agresión LGTBI-fóbica que sufrió un joven trans mientras paseaba por la barriada de Sindicat. Con el mensaje «ninguna agresión sin respuesta» en su cuenta de Twitter, la entidad convoca este jueves a las 18.30 horas una concentración para apoyar a la víctima de la agresión, Izan.