Las detenciones del 'caso ORA': «Duro y a la cabeza, que les duela»

Parón para comer hasta las 16.30.

«Hay día de hoy se puede demostrar que la libreta de la madame es completamente falsa».

Palomo: "Yo no reconozco a Maikel en esos mensajes, porque le conozco desde hace mucho tiempo. Es muy cuidadoso, muy meticuloso, lo manda todo a los que están investigando que son ellos. Se lo manda a Penalva y cuando da el visto bueno los mensajes son «Se va a cagar el ovetense y su familia». «El martes hay que machacarlo, el martes muerto».

Palomo señala: «Lo ilegal no es detener aún con un informe con errores, lo ilegal es detener para presionar».

Sobre el empresario Antoni Roig, dice Palomo que, cuando estaba en la cárcel le hacen llegar el mensaje: «Si llamas a Maikel (el subinspector de Blanqueo), igual es la última llamada que haces en prisión».

Mensajes de wasap previos a las detenciones del 'caso ORA': «Duro y a la cabeza. Que les duela».

Palomo desgrana mensajes del grupo Sancus: "Subirán está espoleando a Maikel para que haga unas detenciones duras: «A la cama para ser bueno para que mañana seas malo». Estaba respaldado por Subirán, un fiscal que ponía de rodillas a comisarios".

Habla de las fichas de detención del Grupo de Blanqueo y que marcaban como objetivos de las detenciones de la ORA a quien tendía que vender cada uno de los arrestados. En una de ellas, para presionar se dice: «Jugar con la libertad de su mujer».

Explica que citó a un funcionario que estuvo en la cárcel por el 'caso ORA' tras ver los mensajes: «'A sangre con él, sin piedad, a muerte» El odio que se destila de los wasap, ya no veían la verdad".

El fiscal pide que se aporte una declaración policial que hizo el subinspector Miguel Ángel Blanco y que ahora no consta en la causa. En ella relata actuaciones que consideraba extrañas en torno a testigos protegidos.

Señala que entiende que el subinspector Blanco no le declarar sus sospechas sobre Iván Bandera y las filtraciones: «Apuntar a Iván era ponerte enfrente a Penalva y Subirán».

Declara el inspector Juan Palomo. Comienza a declarar sobre los indicios en torno a Iván Bandera. Se refiere a las reuniones que tuvieron en ese momento los miembros del Grupo de Blanqueo y en el que le excluyeron. También alude a su «comportamiento turbio» en torno a la denuncia de la madame a dos policías, «que por desgracia me tocó investigar».

El policía confirma que oyó al inspector jefe de Blanqueo decirle a Iván Bandera que avisara a un periodista para que hiciera una foto de la entrega del informe filtrado, uno de los indicios que llevaron a la detención del segundo.

El agente señala que el jefe del Grupo de Blanqueo manifestaba que tenía miedo a Miguel Ángel Subirán.

Dice que se mantuvo al margen del caso Cursach por «hartazgo». «Todo el día le daban vueltas a lo mismo 24 horas».

El agente de blanqueo dice que no se bajó del coche cuando fueron a llevar el informe que se filtró: "Escuché una conversación unos días antes en los que el jefe del grupo le comentaba a Iván Bandera que avisara a la prensa, en previsión de que hubiera periodistas me quedé en el coche."

Tras un receso comparece un policía nacional del Grupo de Blanqueo que nunca fue imputado.

El juicio acumula retraso. A la hora de ordenarlo, abogados y fiscales plantean que tienen que volar el viernes a Madrid.

Sobre la intervención del teléfono de Iván. "El teléfono lo intervenimos nosotros, el abogado viene. ¿nos autorizas, nos das las claves? Como cualquier detenido, se le retira el teléfono para que no pueda tirarlo o romperlo. Ante letrado se le pregunta, autoriza esto, esto y esto, sí".

La defensa de Iván Bandera pone en cuestión los indicios que había sobre el agente previos a su detención y al entrega voluntaria de su teléfono móvil.

El abogado interroga sobre las conversaciones con Roig en calabozos y las veces que se lo sacaron. «No es normal tardar tres horas en llevar a alguien a los calabozos», dice Márquez y también que no consta en la hoja de detención si un policía baja y le invita a café o a tabaco. «¿En el calabozo se puede fumar?», dice el abogado. «Su representada le llevaba tabaco a 'El Ico' y hubo quejas de un superior».

«El testigo se tuvo que inventar que un funcionario se iba a un prostíbulo», denuncia.

«Hay abogados investigados. La gente no denuncia las presiones porque tienen miedo», añade sobre las causas investigadas por Penalva y Subirán.

Márquez explica que los wasap muestra que no se informaba a los superiores policiales de las detenciones del 'caso ORA'.

La defensa de Blanca insiste en preguntas en torno a los chats. En el móvil de la inspectora se encontró el mismo grupo de wasap pero que no había sido borrado previamente, como había hecho Iván Bandera, la defensa hace preguntas para intentar acreditar que el motivo del arresto fue conseguir esos mensajes sin indicios previos.

El abogado de Blanca pregunta por los indicios que había para detenerla. «Eran sobrados».

Habla del papel de la inspectora Blanca Ruiz. Dice que ejercía de jefa del Grupo de Blanqueo de facto para el 'caso Cursach' y que el inspector jefe estaba apartado. «Era quien hablaba con juez y fiscal». También dice que el agente Iván Bandera, un policía raso, firmaba oficios de inteŕes. «Nunca un policía firma un oficio de esta importancia».

Asegura que se manipularon dos declaraciones del testigo protegido que denunció la ORA. "En la primera no habla de la ORA, en la segunda habla. Se le toman luego dos declaraciones por Blanqueo y resulta que este señor que ha dicho que no conoce el bar Orange ahora sí lo sabe y el piso que ahora se han enterado que no existe, en esta sí dice el testigo que tiene conocimiento que se ha ampliado".

Sobre la persecución a Álvaro Gijón: "Al señor Gijón se le ha acusado de la ORA, cuando no sale por ahí, van a por su familia y detienen a mala leche a toda su familia, le acusan de ir a club de alterne, de ir con niños... Con la mínima comprobación se sabe que es mentira. Se sabe que es mentira".

Márquez señala que «tomamos declaración a todo el mundo» y que le relataron presiones incluso miembros de la mesa que habían colaborado con Subirán y Penalva.

Tomo declaración por unas coacciones. Señala que los miembros de la mesa de la ORA le dijeron que en aquella causa hablaron bajo coacciones y que no contaron la verdad por miedo.

Relata el miedo de testigos a declarar por las querellas que impulsaban de forma constante Penalva y Subirán. Señala que no llamó al secretario judicial porque era ignorado por juez y fiscal que, en una grabación le llamaban «saboteador».

Señala que detuvieron a los policías y no a Penalva y Subirán por revelación de secretos porque en ese momento no tenían indicios sobre él y que, cuando los tuvo, pidió su imputación.

Continúa la sesión con el interrogatorio de Pedro Horrach, abogado de Miguel Ángel Blanco, subinspector de Blanqueo a Márquez. Horrach interroga sobre el inicio de las actuaciones. Márquez explica que, tras encontrar el grupo de wasap y, ante su contenido explosivo, se reunieron con el juez Miquel Florit y el fiscal Juan Carrau. Este se desplazó a Madrid para explicar lo ocurrido con sus superiores.