–Tranquilos, yo me encargo de llamar...
Francisco V. se puso un chaleco reflectante con el rótulo en la espalda de ‘Voluntario' y se encendió un cigarro mientras observaba las llamas que engullían la maleza, a unos 300 metros del restaurante sa Tafona de Caimari, el pasado 14 de agosto sobre las 18.00 horas.
Unos amigos que se encontraban en el establecimiento habían observado poco antes al hombre a bordo de su motocicleta en dirección a Selva. Uno de los presentes bromeó al ver al trabajador del Ibanat de 61 años.
–Fuego, fuego.
En su pueblo, Caimari, se rumoreaba que Francisco V. era el responsable de los seis incendios agrícolas y forestales que se habían producido desde el 19 de julio en esta localidad y en Selva.
Francisco V., que trabajaba en el Ibanat desde hacía 33 años, fue grabado por un dron manipulando los matorrales. El fuego que había provocado se avivó y los bomberos junto con agentes del Ibanat acudieron hasta el lugar para apagarlo. Los agentes de la Guardia Civil que se hicieron cargo de la investigación detuvieron a Francisco V. mientras fumaba, con su peto de ‘Voluntario'.
La jueza de guardia de Inca decretó el ingreso en prisión del hombre el miércoles. «Es llamativo que él mismo alertara de los incendios y, en ocasiones, se quedara observando las llamas», apuntó la fiscal.
El primer fuego que se le atribuye ocurrió el pasado 19 de julio en una zona conocida como Curva de Cas Jurat, en Selva, y que afectó un terreno agrícola de 5.800 metros. El 28 de ese mes habría estado involucrado en el incendio declarado en la parcela 92 del polígono 16 de Selva, junto al cementerio.
Las llamas arrasaron 40 metros cuadrados de masa forestal y se tuvo que cortar de forma parcial la circulación en la carretera Ma-2130. Al día siguiente, sobre las 18.00 horas, volvió a arder la zona del cementerio de la localidad.
El fuego calcinó poca superficie de masa forestal gracias a la rápida actuación de los equipos de extinción. De haberse propagado, según los investigadores de la Guardia Civil, podría haber alcanzado a una vivienda situada muy cerca de allí.
Dos días más tarde ardió un terreno agrícola contiguo a la carretera de Caimari a Mancor de la Vall. El punto de inicio del incendio se ubicaba junto a un camino de fácil acceso. El 1 de agosto un nuevo fuego quemó 300 metros cuadrados en la parcela 92 del polígono 16, en Selva. Cuatro días después, alrededor de las 18.00 horas, se originó un incendio en la parcela 77 del polígono 12 de la misma localidad.
El foco de este incendio, a diferencia de los anteriores, se ubicaba en un terreno que no estaba contiguo a la carretera. El sospechoso caminó unos 300 metros por campo abierto para provocar el fuego. Un agente de la Guardia Civil identificó a Francisco V., que circulaba en un ciclomotor por la carretera de Mancor de la Vall a Caimari alejándose de la ubicación de las llamas.
El hombre, que vestía pantalón corto, tenía pequeñas abrasiones en ambas piernas propias de rozaduras con matorral bajo. El sospechoso, que fue citado para declarar como testigo ante la Guardia Civil, explicó que trabajaba en el Ibanat desde hacía 35 años y que había alertado en primer lugar a los servicios de emergencias.
«Indicio clave lo es el del 5 de agosto, cuando es identificado cerca del lugar, con arañazos compatibles con el acceso por la zona llena de arbustos y se le toma declaración como testigo», señala la jueza de Instrucción número 3 de Inca en su auto de prisión provisional.
El último fuego provocado por Francisco V. tuvo lugar el 14 de agosto por la tarde en la parcela 145 del polígono 21 de Selva. Un dron de la Guardia Civil lo grabó entre los matorrales. En el vídeo, de 3.28 minutos, recoge los movimientos del trabajador del Ibanat el día que fue detenido tras avisar a los equipos de emergencias.
«Todos los incendios guardan en común la característica del punto de inicio, tratándose de inmediación a vía de circulación, lo que permite una fácil llegada y huida», indica la Guardia Civil en su atestado. «Se estima que el objetivo de dichos incendios era la quema de la masa forestal existente en el lugar, independientemente del punto de inicio de los fuegos».
El hombre pudo actuar «por la problemática de consumo de alcohol»
La jueza sostiene en su auto de prisión que Francisco V. pudo actuar «por la problemática de consumo de alcohol». El hombre, defendido por el abogado Miguel Ángel Ordinas, aseguró que no tenía nada que ver con los siete fuegos de Selva y Caimari. Explicó ante la jueza que trabaja en el Ibanat desde hace 33 años y que estuvo de baja por un accidente de moto entre el pasado 21 de julio y el 9 de agosto.
2 comentarios
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El problema que hubiera sido un desastre ecológico son precedentes y nos hubiese afectado a todos nosotros, me gustaría saber porque se hacen estas cosas.
Sabremos lo que le pasará o simplemente desaparecerá como todos los otros, de los que nunca más se supo. Ni las penas impuestas, ni si entraron en la cárcel, nada de nada.