Más de 40 detenidos y 60 registros en una de las mayores operaciones de drogas de la Isla

Según fuentes próximas al caso a las que ha tenido acceso Ultima Hora, hasta el momento se han practicado algo más de 60 registros domiciliarios repartidos entre Mallorca y Cataluña. El número de detenidos ya supera la decena, pero esta cantidad irá aumentando a medida que avance la investigación y se vayan culminando los diferentes registros. Entre los arrestados se encuentra 'El Ove', un histórico narcotraficante de Son Banya. También se han producido detenciones de integrantes del clan de 'Los Bizcos'.

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Hace algo más de una década, Gabriel Amaya, ‘El Ove', era un narco en ascenso. Heredero del clan de ‘los Bizcos', apenas tenía quince días de alta como trabajador en la Seguridad Social pero tenía un BMW, un Audi, una furgoneta Mercedes y un Chrysler. Se había comprado una finca en Son Prunes y una casa en La Soledat en cuya reforma había invertido cien mil euros. A partir de entonces pintaron bastos: tres condenas casi simultáneas por tráfico de drogas que sumaron quince años de cárcel. En un permiso penitenciario, ‘El Ove' se fugó en 2016 y estuvo más de cinco años desaparecido hasta que en 2021 fue detenido por la Policía Nacional después de volver a Son Banya. Al parecer, ‘El Ove' (apodo que le viene de ovejero) escapó a un país de Sudamérica, con cierta cantidad de dinero, y pudo llevar una vida holgada con su familia, que huyó con él. Todo indica que aprovechó los contactos que tenía con narcos latinos para que le dieran cobertura durante su estancia fuera de España.

El tiempo de fuga fue suficiente para que caducaran sus tres condenas por drogas. Todas ellas habían prescrito. Sin embargo, por un plazo de tres meses quedó viva la que le sentó a principios del año 2022 en el banquillo: una acusación por blanqueo de capitales.

La operación policial también ha servido para que los medios de comunicación pudieran acceder al poblado y comprobar 'in situ' la decadencia del mismo. Casas derruidas y montañas de basura por todas partes. Ratas, suciedad, agua encharcada y peligrosos enganches a la corriente eléctrica son la nueva imagen que aporta el mayor supermercado de la droga. Todo ello, además de calles sin asfaltar y condiciones de insalubridad manifiestas.