La Policía Local de Palma difundió esta imágen del Range Rover Evoque para tratar de localizar a la conductora.

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La conductora que amputó un pie a un motorista en s'Arenal y se dio a la fuga ha sido condenada a dos años de cárcel. La mujer, que ha entrado a la sala de juicio llorando, se ha declarado culpable este miércoles ante la jueza de lo Penal número 2 de Palma y deberá indemnizar a la víctima con 680.000 euros por las lesiones y secuelas. La magistrada ha tenido en cuenta las circunstancias atenuantes de confesión y de reparación del daño porque entre la encausada y la compañía aseguradora han consignado 448.000 euros.

Los hechos por los que ha sido juzgada tuvieron lugar sobre las 17.30 horas del 6 de abril de 2021. La mujer circulaba en un Range Rover Evoque por el Camí de Ca na Gabriela cuando al llegar al cruce con la carretera Militar se saltó un 'stop' y embistió a una motocicleta. El choque provocó la sección de parte de la pierna izquierda a la víctima, que terminó a más de 20 metros del lugar de la colisión.

La acusada no paró en ningún momento a pesar de que se dio cuenta del choque. Incluso, varios testigos señalaron durante la Instrucción que unos minutos después del accidente volvió a pasar por delante del herido, de nuevo sin detenerse.

La Policía Local de Palma difundió imágenes del vehículo para localizar a la infractora y pidió colaboración ciudadana. La conductora se entregó seis días después del accidente. Las acusaciones destacan que el lugar en el que ocurrió la colisión era un cruce con buena visibilidad y perfectamente señalizado. En la zona, el límite de velocidad era de 40, ahora 30 por hora, ante la proximidad de un colegio.

Dos testigos que vieron el coche pasar declararon que sobrepasaba ese límite. El atestado de la Policía Local describe cómo la motocicleta de la víctima frenó, pero que no hay huellas de que la conductora acusada intentara detener el todoterreno.

El accidente tuvo graves consecuencias para la víctima, que perdió una extremidad cuando tenía exactamente 30 años de edad. Se le declaró una incapacidad total laboral y ha tenido que afrontar una larga rehabilitación, además de emplear una prótesis. Tanto la Fiscalía como la acusación particular también consideran víctima del accidente a la pareja del motociclista, que sufrió una situación de estrés postraumático. La pareja tenía un hijo y tuvo que suspender la boda, que estaba prevista pocos meses después del siniestro.

El abogado de la defensa, Eduardo Valdivia, ha llegado a un acuerdo este miércoles con el fiscal y los letrados de la acusación particular, Antonio Martínez y Manuel Ponce, que inicialmente reclamaban una condena de cinco años de cárcel para la mujer. La enjuiciada, que ha aceptado la retirada del carné durante un año, no ingresará en prisión con la condición de que no cometa ningún delito en los próximos tres años.