Los agentes responsables del caso han descubierto que la mafia asiática operaba con ingentes cantidades de dinero en efectivo con la finalidad de evitar ser detectados y que nadie pudiera seguir el rastro de los beneficios obtenidos. Otro de los puntos que más llamó la atención de los investigadores fue el sofisticado sistema de seguridad y de cámaras de vigilancia que tenían los prostíbulos. Los centenares de clientes que acudían a los locales para mantener sexo de pago con mujeres orientales eran grabados. La finalidad de las grabaciones aún está por determinar.
La organización criminal está afincada en Palma y tenía en activo varios clubes de alterne. Todos ellos, contaban con una gran afluencia de clientes, especialmente por dos motivos. El primero de ellos, el perfil de mujeres que todas ellas eran asiáticas generando un fetichismo muy demandado en nuestra comunidad. Y el segundo, las tarifas muy bajas.
Las mujeres que eran explotadas sexualmente en una planta baja situada en la calle Bibe Cabanelles se anunciaban a través de diversas páginas webs y ofrecían tarifas low cost. Las prostitutas publicaban fotografías falsas para evitar ser identificadas y acompañaban las imágenes con una descripción detallada de los servicios que ofrecían: «Masajes eróticos, besos con lengua, beso negro, francés natural hasta el final, duplex, tríos, griego, garganta profunda, lluvia dorada, 69».
La operación policial, que sigue abierta y bajo secreto de actuaciones judiciales. A los acusados se les imputa el delito de explotación sexual y el de pertenencia a organización criminal.
1 comentario
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Estupenda labor de las fuerzas de seguridad del Estado‼️ A ver si también se ocupan de la proliferación de salones de masaje (un eufemismo para la actividad que se supone llevan a cabo mujeres orientales) que muy seguramente están en las mismas condiciones de explotación ‼️