El acusado, este jueves, en el juicio en Palma. | GUILLERMO ESTEBAN

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-¿Usted valoró que no iba a sobrevivir el animal y le dio varios hachazos?- ha preguntado este jueves la fiscal en el juicio a un hombre acusado de matar a hachazos a una yegua y descuartizarla en una finca de Pollença.

-Un golpe le di con la parte cuadrada del hacha. Estaba atrapado dentro del paso canadiense y no podía pasar nadie. ¿Qué hacemos con el caballo?- ha respondido el enjuiciado, de 63 años y nacionalidad española.

-¿Era más importante que pasara el vecino que la vida del animal?- ha insistido la representante del Ministerio Fiscal.

-El animal no tenía solución bajo mi punto de vista. Tenerlo que sacrificar fue una de las cosas que más me dolió y para que pasaran los coches le corté las patas. El animal estaba sufriendo y no se dejaba ni tocar.

Los hechos que se han juzgado en Palma ocurrieron entre las 7.40 y las 8.45 horas del 9 de abril de 2021. Un vecino llamó al acusado para informarle que había una yegua atrapada en un paso canadiense y que estaba obstaculizando el acceso a la finca Mina Petit. El equino se encontraba inmovilizado y sin posibilidad de huir.

«Vi que molestaba el caballo y había que quitarlo de ahí en medio. Y no quería que sufriera más», ha declarado el procesado, que ha sido banderillero y payés, y en la actualidad explota la finca de 200 hectáreas en la que mató al animal. «Yo me considero más ecologista que nadie y amo más a los animales que nadie», ha añadido.

El Ministerio Público sostiene en su escrito que, a pesar de no tener conocimientos técnicos, cogió un hacha y le propinó un primer golpe en la cabeza que no llegó a causarle la muerte, por lo que le ocasionó «un sufrimiento innecesario». El hombre continuó dándole golpes con el hacha hasta que lo mató.

El procesado ha admitido que no se le ocurrió llamar al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y ha insistido en que sólo le dio un golpe con la parte cuadrada del hacha, que ha sido banderillero y sabe apuntillar toros y que su abuelo le enseñó el oficio de matarife desde los 16 años.

El testigo que vio a la yegua atrapada ha comentado que el acusado hizo «dos o tres llamadas» y que amarró el cuello de la yegua a un barrote y con un mazo le dio un golpe. «Yo no lo vi porque me giré. Solo le dio un golpe, le cortó las piernas y se lo llevó».

El vecino que denunció al investigado ante la Guardia Civil por haber matado a la yegua ha contado que dos excursionistas le dijeron que habían encontrado al animal mutilado, sin tres patas y con cortes en la cabeza. «Un vecino me dijo que su trabajador estaba consternado porque había matado a hachazos al caballo», ha recordado.

La Fiscalía reclama una condena de un año y medio de cárcel para el hombre por un delito de maltrato animal y cuatro años de inhabilitación para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con animales.