La Fiscalía pide que se le imponga una multa de 5.400 euros por un supuesto delito de coacciones. La acusación particular, ejercida por el letrado Antonio Lázaro, solicita tres años de prisión para el abogado... y desokupa.
Los hechos que se juzgarán se remontan al mes de agosto del año 2019. El Ministerio Público recoge en su escrito que la propietaria del apartamento suscribió con el perjudicado un contrato con opción de compra de la vivienda situada en la calle Duque de Estremera.
El hombre le entregó 15.000 euros por las arras y ambos se comprometieron a formalizar la compraventa en 60 días, pero no se llegó a llevar a cabo el contrato por parte de la dueña de la casa, que alegó problemas con el otro propietario, que era su esposo. Aún así, según la versión de la Fiscalía, permitió al comprador ocupar la vivienda y realizar obras.
El 11 de marzo de 2022, uno de los acusados, que conocía la situación en la que se encontraba el inmueble, suscribió un contrato privado de reserva de compra del apartamento en el que se hace constar la existencia de un litigio contra el hombre que residía en él. La propietaria de la vivienda recurrió a una empresa de compraventa de vehículos náuticos para que llevara a cabo un control de acceso a la casa «con la finalidad de que la persona que lo ocupa renuncie a seguir usurpándolo».
El 26 de marzo de ese año, el administrador de la empresa náutica, junto a tres trabajadores y el abogado encausado, acudieron a la puerta del apartamento y conminaron a la víctima a que firmara un documento de renuncia a la vivienda. Ante la negativa de este, permanecieron en la puerta durante dos días haciendo turnos.
Los trabajadores de la empresa náutica merodeaban constantemente por las inmediaciones del bar que regentaba el perjudicado. Los acusados finalmente cambiaron la cerradura de la casa y tras acceder al interior desaparecieron 12.000 euros en metálico. Los procesados, según el relato de la Fiscalía, consiguieron que la víctima dejara el apartamento.
4 comentarios
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El contrato de Arras es una reserva, no una compra, ni un alquiler, por lo que ese señor no debería haber entrado en la casa, NI LA DUEÑA HABERLE DADO LAS LLAVES. Si no se formaliza la venta, el señor debería haber salido de la casa, y puesto que la venta no se llevó a cabo por culpa de las desavenencias de la propietaria con su marido, se le tenía que haber devuelto EL DOBLE DE LA CANTIDAD QUE ENTREGÓ COMO RESERVA. Pero se ve que es más 'barato' contratar a cuatro matones y quedarse con el dinero de las áreas.... o eso parecía... Porque al final lo barato ha salido caro.
El problema se inicia por la ocupación de una vivienda, ahí es dónde hay que atajar. Cualquiera que entre en casa ajena, no es ocupa, es un delincuente, y se les debe juzgar como tal, ya está bien de buenismo, yo como propietario no tengo que andar con miedo de que ocupen mi casa por culpa de unas leyes que nos ha tocado aguantar, y si es ocupada, las fuerzas de seguridad deberían velar por el buen ciudadano y devolver las llaves a su propietario pasadas 24hrs y los ocupas denunciados, por qué es tan difícil llegar a esto? Otros países sí protegen a los propietarios..no se entiende que llevemos tantos años así y no se cambien las leyes, cuando en plena pandemia se cambiaban casi a diario...hagan algo o esto seguirá yendo a peor!
12000 euros en metalico en casa. Huele mal.
Y este es el motivo por el cual desocupar una casa es un proceso lento y complicado. Porque no todo son casos de "pobrecito propietario que fue a comprar el pan y se le han metido unos rumanos", también hay muchos casos de caseros que quieren aprovechar la tesitura para echar a inquilinos incómodos. O como aquí, con una operación de compra de la casa en el que incumple es el vendedor, y lo viste todo como una ocupación para echar a la calle a los compradores a los que ha estafado, robándoles casi 30.000 eur por el camino.