Un momento del juicio. | Jaume Morey

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El juicio por el supuesto amaño de unas oposiciones a oficial de la Policía Local de Palma, la precuela de la precuela del 'caso Cursach', ha arrancado en la Audiencia con movimientos por parte de la Fiscalía, que admite de entrada una irregularidad procesal grave en la instrucción. Con ese movimiento, el policía Daniel Montesinos pasa de imputado a testigo estrella de la acusación: es el agente que entregó en un notario el correo en el que supuestamente se le entregaban las respuestas del examen, la revelación de secretos por la que se le acusa. Como acusado podría no haber declarado. Como testigo tiene la obligación de decir la verdad.

El caso arrancó en el año 2014 ante las sospechas de que se produjo una filtración de las preguntas del examen para un proceso selectivo de la policía en 2011. Fue el primer escándalo que sacudió al cuerpo y de esa misma causa brotaron más tarde el resto de investigaciones por supuesta corrupción que desembocaron el frustrado 'caso Cursach' y el proceso contra el juez instructor, Manuel Penalva y el fiscal, Miguel Ángel Subirán, ambos condenados a nueve años de prisión. El caso cristaliza ahora en un juicio a la antigua cúpula policial, con el entonces jefe del cuerpo, Antoni Vera; el número dos, Rafael Estarellas y el director general de Seguretat de Cort, Enrique Calvo entre los acusados. Ambos afrontan una petición de cárcel de un año y medio y la Fiscalía Anticorrupción les acusa de prevaricación, revelación de secretos y omisión del deber de perseguir delitos.

Las sesiones, que se prolongarán varias semanas, ha arrancado con la retirada por parte de la Fiscalía de los cargos contra el policía local Daniel Montesinos. El fiscal, Juan Carrau, admite una cuestión previa que iban a plantear las defensas y entiende que existió una vulneración de derechos. El agente se sitúa en el origen de toda la causa. Todo arranca a partir de un acta notarial que este policía formalizó con las preguntas del examen. Ese documento llegó a la Guardia Civil y en ese momento, en agosto de 2013, el agente fue llamado como testigo y declaró en esa condición en cuatro ocasiones, con obligación de decir verdad. Sin embargo, más tarde se cambió su condición a investigado. Ahí aprecia la Fiscalía una irregularidad que forzaría a la retirada de acusación. Sin embago, el fiscal Juan Carrau, solicita que sea citado como testigo ahora.

Las defensas, en particular la de Vera han planteado otras cuestiones previas, una de ellas vinculada a la falta de imparcialidad del fiscal que llevó el caso durante la instrucción, Miguel Ángel Subirán. Denuncia que el representante del Ministerio Público tenía una enemistad personal con el intendente jefe tras una serie de quejas que había presentado por un aire acondicionado en su edificio, un episodio que ya salió en el juicio del 'caso Cursach'. También plantea que es ilícita la forma en la que se obtuvo el acta notarial.

Este es el tercer juicio que se celebra vinculado con el núcleo de las diligencias que fueron el 'caso Cursach', tras las absoluciones en la pieza principal y en la investigación a los mandos de la Policía Local de Calvià. Además de la Fiscalía está personado como acusación particular el Ajuntament de Palma y un agente que aspiraba a la oposición. Las defensas de los seis acusados defenderán su absolución.