La Policía Nacional detuvo el pasado lunes a un hombre de 38 años por estafar de manera sistemática a diez personas con falsos alquileres de una habitación en Palma. El sospechoso les aplazaba la entrada del piso tras recibir el dinero acordado y posteriormente desaparecía sin dar respuesta a las víctimas.
Los hechos empezaron el pasado 2 de febrero, cuando uno de los perjudicados acudió a la Comisaría del Distrito Oeste de Palma para interponer una denuncia. En ella, uno de los damnificados explicaba que un hombre le había alquilado una habitación, ingresando cerca de 900 euros más la fianza y no se formalizó la entrada en la estancia.
Tras realizar la transferencia, el arrestado le comunicó que no podía acceder al cuarto porque tenía que arreglar y que tenía que esperar diez días para poder instalarse. En ese momento, la víctima empezó a sospechar y tras unas jornadas en las que el investigado no daba señales y no contestaba a las llamadas del denunciante, se interpuso la denuncia.
En este momento, agentes de la Policía Nacional iniciaron las gestiones pertinentes para esclarecer los hechos. Una vez comenzadas las investigaciones, se comprobó que al presunto autor de la estafa tenía abierto un proceso judicial de desahucio y que desde diciembre había estafado a 10 personas de la misma manera.
2 comentarios
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Hace años, de chavales en el cole, nos hacían leer El Impostor, la historia de un chaval que venía a Mallorca para vivir con su tío (que al final resulta ser su padre). Resulta que el tío era estafador y acaba enseñando numerosas estafas al chaval, y la mejor era la del alquiler falso.
Cierto que la necesidad obliga a muchas personas a actuar de la manera más inapropiada, pero entregar dinero sin más me parece un acto de "buena fe", por no decir otra cosa. Hay que ver el objeto. Comprobar de forma clara la documentación del que dice ser el casero. Firmar los correspondientes papeles y después poner el dinero sobre la mesa. No se comprende.