Los bomberos refrescando la fachada del edificio de Valencia incendiado. | EVA MANEZ

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El devastador incendio que consumió un edificio de catorce plantas en València, revestido con poliuretano y dotado de fachada ventilada, está destinado a convertirse en un hito crítico para las normativas de construcción en España. Según Esther Puchades, vicesecretaria del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de València (Cogitival) y experta en peritación de siniestros-incendios, este siniestro, sin precedentes en el país aunque con antecedentes en lugares como Londres o China, podría impulsar una revisión en el uso de materiales como el poliuretano en la construcción. "Cuando se calienta es como un plástico, prende", explicó Puchades sobre las propiedades del poliuretano, sugiriendo que, a pesar de no estar prohibido, su uso podría ser reconsiderado tras la virulencia del incendio.

El edificio, finalizado en 2009 y catalogado de calidad media-alta, incorporó en su diseño las fachadas ventiladas, una característica que permite un espacio entre el ladrillo y paneles metálicos exteriores. Puchades, familiarizada con la estructura debido a un peritaje anterior no relacionado con el material, señaló la importancia de investigar cómo el diseño y ejecución del edificio pudo haber influido en la propagación del fuego. La experta subrayó la necesidad de establecer barreras cortafuegos efectivas y la constante búsqueda de los fabricantes por mejorar la composición de estos materiales.

Aunque el poliuretano es un material comúnmente utilizado en la construcción, especialmente entre las décadas de 2000 y 2010, la cantidad exacta de edificios que lo incorporan en la Comunitat Valenciana y en toda España sigue siendo incierta. Este incendio plantea interrogantes críticos sobre la seguridad de los materiales empleados en la construcción y la necesidad de adaptar las normativas para prevenir futuros desastres.

Puchades enfatizó la fortuna de que el incendio no ocurriera de noche, lo que podría haber resultado en una tragedia aún mayor si los habitantes hubieran estado durmiendo. Este aspecto resalta la importancia de considerar todos los factores de riesgo en el diseño y construcción de edificaciones.

El análisis de este siniestro y sus consecuencias podría sentar las bases para una revisión profunda de las prácticas de construcción en España, con el objetivo de garantizar la seguridad de sus ciudadanos. La tragedia en València no solo ha dejado un saldo de pérdidas humanas y materiales, sino que también ha abierto el debate sobre cómo mejorar los estándares de construcción y prevenir la repetición de incidentes similares.

Mientras las autoridades y expertos continúan investigando las causas y evaluando los daños, la comunidad espera que este trágico evento sirva de catalizador para el cambio, asegurando que la seguridad en la construcción se convierta en una prioridad indiscutible en el futuro.