El 7 de noviembre de 1965, un misterioso conductor se llevó a una niña de seis años que jugaba en una plaza de La Soledat, en Palma. Al día siguiente, Paquita Garrido apareció flotando en el mar. El asesino había abusado de ella. A partir de ese momento, y durante 29 días frenéticos, se llevó a cabo una de las mayores cacerías policiales de la historia, que finalizó con la detención del criminal, un taxista apodado 'El Beatle'. Esta es la crónica de un secuestro y asesinato que horrorizó a toda la capital balear y provocó una psicosis sin precedentes en la sociedad.
Caía la noche en Palma cuando la pequeña Paquita, una niña dicharachera, jugaba con sus amiguitos en aquella plaza. Los niños habían perdido uno de sus juguetes y en la oscuridad no daban con él. Inocentemente, pidieron una cerilla o un mechero a un "señor" que merodeaba por la zona, dando vueltas en un coche. No habían caído en que el desconocido los espiaba, a distancia. El joven, de pelo muy largo, algo inusual en la época, les ayudó y después animó a Paquita a subir al vehículo, para darle una vuelta. "Me la quedo hasta que me devolváis lo que os he prestado", les susurró, con cinismo. Fue la última vez que vieron con vida a Paquita, la niña que siempre sonreía.
Los pequeños le alertaron de que se apeara de aquel Seat 1400C, pero el conductor aceleró bruscamente y dejó atrás la calle Regalo. Condujo hasta un descampado de la carretera vieja de Sineu, donde forzó a la pequeña. Los gritos desesperados de la niña provocaron que el violador le tapara con fuerza la boca, hasta que Paquita se desvaneció. El pervertido, según confesó un mes después, pensó que la había matado y la metió de nuevo en el coche y la llevó a Cala Gamba, donde arrojó el cuerpo al mar. En realidad, la criatura estaba viva y unos trabajadores la hallaron sin vida al día siguiente. La autopsia confirmó que había fallecido ahogada.
La Policía llevaba horas buscando al misterioso chófer, desde que los niños de la calle Regalo contaran a sus padres el inquietante episodio con el desconocido. Y había trascendido un dato clave: el vehículo era un taxi y en la puerta llevaba un número 7. Durante semanas, todos los chóferes de Palma fueron interrogados, incluido el asesino, que se inventó una coartada con la que ganó tiempo. El tiempo pasaba y la alarma social cada vez iba a más. Una mujer sufrió un ataque de nervios al subirse a un taxi con el siete en la puerta y quiso lanzarse en marcha.
Finalmente, la tenacidad policial dio sus frutos. Toda la comisaría estaba volcada en el caso y una de las testigos de aquel 7 de noviembre de 1965 contó que el taxi en cuestión hacía un ruido característico. Como si el ventilador rozara con el radiador. Se presumió, pues, que el conductor lo había llevado a arreglar a un taller, y la policía depositó en esta línea de investigación todas sus esperanzas. 29 días después del rapto, violación y asesinato de Paquita Garrido ya había un sospechoso: Miguel Reynaldo Porlán.
Era un joven de 25 años, taxista, natural de Lorca (Murcia), aunque llevaba 18 residiendo en Palma, junto a su familia. Vivía con sus padres y sus hermanos y tenía antecedentes por distintos delitos. Le apodaban 'El Beatle', por su melena, pero sospechosamente se la había rapado tras la desaparición de la niña. Tras arrojar al agua a Paquita se quedó con la recaudación del taxi, que debía entregar a su propietario, y acudió a la Porta de Sant Antoni, donde contrató los servicios de una prostituta llamada Ana Mari. Curiosamente, la mujer huyó a Valencia tras estar con él, por lo que siempre se sospechó que el secuestrador le había contado algo.
Cuando fue detenido, el joven murciano se mostró muy tranquilo. Un veterano comisario decidió ganárselo: "¿Un café con leche, Miguelito?". "Con unas pastitas", contestó él. Se trataba de una estrategia policial, previa al durísimo interrogatorio que se avecinaba esa madrugada. Poli bueno; polki malo. El taxista, al final, acabó confesando. Reconoció que había abusado de la niña, pero sostuvo que cuando la arrojó al mar pensaba que estaba muerta. Alegó que es anoche iba bebido y al año siguiente fue juzgado en la Audiencia.
Se mostró muy teatral, y clamó al tribunal: "Si con mi muerte devuelvo la vida a la niña, pido a la sociedad que me condene a muerte". Se salvó del garrote vil y le cayeron 30 años de cárcel. Palma respiró tranquila: el monstruo del taxi ya estaba entre rejas para siempre.
Fue el suceso más impactante que recuerdo, y yo tenía 9 años en esa época. Se vivió como un suceso horrible y sin precedentes en la isla , recuerdo que su familia vivía en las viviendas Virgen de Lluc del Vivero, barrio muy cercano a nuestra casa . La psicosis por el suceso duró mucho tiempo, y aún se recuerda vivamente hasta el punto de que, después de casi 60 años del lo sucedido, lo tenemos presente y reconocemos enseguida el nombre y el apellido de la niña. Pobre Paquita Garrido, pobre de su familia y pobre también de la familia del asesino.
Tuvo el Bar Cas lloro en El Vivero en los años 80, efectivamente en la calle Aragon, y al cabo de unos años fallecio, no comprendo como pudo cumplir una condena tan leve y sobre todo en aquella epoca, lo importante es que este personaje haya desaparecido del mapa.
Se me dijo que estaba viviendo en la calle Aragón donde se tiene que tirar las casas antes de las Palmeras hacia el Pont d"Inca y iba en moto años 80 o 90, lo encontre injusto que estuviera en la calle, me impacto, se imaginan que su familia su hermano en concreto lo vieran, ni hermano trabajo con su hermano, que pena, no se si me dijeron que habia muerto. Es que cuando cumplen condenan han cumplido con la justicia, pero supongo los que han salido en Memoria Negra IB3 algunos, siguen vivos a lo mejor al lado de nosotros. Da un poco de yuyu.
Yo también lo recuerdo incluso ése día yo también estaba en la plaza de los patines como se conocía en la soledad, siempre estaba lleno de críos con familias patinando, fue un impacto muy fuerte en el barrio.
M' en record d' aquest fet, jo era molt petit,va dur molt de rebombori ja que eren inusuals aquests casos i la població no estava acostumada a la violencia, diferent a ara.
Recuerdo cuando lo buscaban, que tardaron bastante tiempo, mi tio que era taxista, lo retuvieron y le interrogaron como a todos los taxistas de unas edades de 25 a 35 años, y lo paso bastante mal, menos mal que en la misma plaza se encontraba un mecanico y observo que el coche tenia una averia con un ruido caracteristico en el motor, y esto fue la clave para encontrarlo, ya que se inspeccionaron todos los talleres de palma, al final lo encontraron ya que el asesino quiso reparar la averia, fue un crimen horroroso que impacto en toda la sociedad mallorquina de aquella epoca.
12 comentarios
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Des que va començar s'immigració es anys seixanta, s'illa s'ha convertit en un autèntic "paradís". Quina pena!.
Fue el suceso más impactante que recuerdo, y yo tenía 9 años en esa época. Se vivió como un suceso horrible y sin precedentes en la isla , recuerdo que su familia vivía en las viviendas Virgen de Lluc del Vivero, barrio muy cercano a nuestra casa . La psicosis por el suceso duró mucho tiempo, y aún se recuerda vivamente hasta el punto de que, después de casi 60 años del lo sucedido, lo tenemos presente y reconocemos enseguida el nombre y el apellido de la niña. Pobre Paquita Garrido, pobre de su familia y pobre también de la familia del asesino.
Tuvo el Bar Cas lloro en El Vivero en los años 80, efectivamente en la calle Aragon, y al cabo de unos años fallecio, no comprendo como pudo cumplir una condena tan leve y sobre todo en aquella epoca, lo importante es que este personaje haya desaparecido del mapa.
Se me dijo que estaba viviendo en la calle Aragón donde se tiene que tirar las casas antes de las Palmeras hacia el Pont d"Inca y iba en moto años 80 o 90, lo encontre injusto que estuviera en la calle, me impacto, se imaginan que su familia su hermano en concreto lo vieran, ni hermano trabajo con su hermano, que pena, no se si me dijeron que habia muerto. Es que cuando cumplen condenan han cumplido con la justicia, pero supongo los que han salido en Memoria Negra IB3 algunos, siguen vivos a lo mejor al lado de nosotros. Da un poco de yuyu.
Yo también lo recuerdo incluso ése día yo también estaba en la plaza de los patines como se conocía en la soledad, siempre estaba lleno de críos con familias patinando, fue un impacto muy fuerte en el barrio.
M' en record d' aquest fet, jo era molt petit,va dur molt de rebombori ja que eren inusuals aquests casos i la població no estava acostumada a la violencia, diferent a ara.
JanisAhora los sueltan a los 2 días nad ha cambiado
Recuerdo cuando lo buscaban, que tardaron bastante tiempo, mi tio que era taxista, lo retuvieron y le interrogaron como a todos los taxistas de unas edades de 25 a 35 años, y lo paso bastante mal, menos mal que en la misma plaza se encontraba un mecanico y observo que el coche tenia una averia con un ruido caracteristico en el motor, y esto fue la clave para encontrarlo, ya que se inspeccionaron todos los talleres de palma, al final lo encontraron ya que el asesino quiso reparar la averia, fue un crimen horroroso que impacto en toda la sociedad mallorquina de aquella epoca.
Me acuerdo de este caso, se habló de ello durante años en la barriada
Para siempre ente rejas?? No se lo cree nadie.