Las actividades policiales en Platja de Palma centran el juicio. | Emilio Queirolo

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«A veces nos decían que no teníamos que cobrar a determinados clientes». Con más dudas e imprecisiones que certezas, dos de los cinco testigos protegidos del caso afirmaron este jueves que había invitaciones en uno de los locales del empresario Miguel Pascual, un table dance en s’Arenal. De los otros tres: una no compareció, otra había trabajado en otro burdel y una tercera ni sabía ni recordaba nada.

La Audiencia dio cierta luz a la acusación con una decisión muy protestada por las defensas: permitir introducir de las declaraciones que hicieron durante la instrucción estos testigos protegidos. En el año 2015, la entonces magistrada instructora intentó que esos interrogatorios fueran válidos para juicio cuando parte de la causa estaba aún bajo secreto. Eso provocó un plantón de los abogados. El tribunal de la Audiencia permitió al fiscal exhibir esas declaraciones en el juicio y ahí fue cuando dos testigos sí recordaron algo. Una mujer, trabajadora sexual en el local, declaró que ella siempre cobraba su trabajo pero que, en ocasiones determinados clientes le decían que estaban invitados al servicio.

«¿Recibió órdenes de mantener relaciones sexuales con policías?», le preguntó el fiscal. «Cuando empezaban no lo sabía, pero después los chicos hablan», dijo para confirmarlo. Se le enseñaron las mismas fotografías que vio en aquella declaración de 2015 y señaló al mismo agente acusado. De nuevo con protesta porque antes, el fiscal había aludido al número de fotografía que era. «Ya lo valoraremos, pero la defensa tiene razón», zanjó el presidente del tribunal, Jaime Tártalo. En una línea similar, el otro testigo que sí declaró, al ver las imágenes: «La verdad es que no me suena ninguno. Estoy dudando con el número 98».

La declaración de los testigos protegidos es buena parte de la prueba de cargo. Con ello, el Ministerio Público intenta acreditar que los policías locales acusados recibían favores por parte del empresario. La otra parte importante de la acusación: los favores de los agentes para evitar inspecciones queda aún en el aire. En la sesión de hoy declararán dos de los agentes que denunciaron inicialmente y que ya tuvieron un papel controvertido en el ‘caso Cursach’.