El acusado, este viernes, en el juicio que se ha celebrado en Palma. | G. E.

TW

Un informático que trabajó para una compañía de telecomunicaciones que prestaba sus servicios al Consell de Mallorca ha reconocido este viernes en el juicio haber fotografiado a una vecina de 14 años desnuda, en Palma, entre 2018 y 2020. El acusado, C. G.S., guardaba en su teléfono móvil 933 fotografías de la menor en su habitación y en 18 de ellas se encontraba semidesnuda.

–¿Con qué finalidad le hacía las fotografías?– ha preguntado el fiscal, que pide una condena de seis años de cárcel para el hombre, que negó haberlas difundido, por delitos de descubrimiento y revelación de secretos y pornografía infantil.

–Por curiosidad.

El acusado, que trabajaba en aquellas fechas como gestor de móviles en el Consell, ha consignado 5.000 euros para la menor antes del juicio.

–¿Era un trofeo para usted tener fotografías de una niña de 12 años en su teléfono?– ha preguntado el abogado David Salvà, que reclama ocho años de prisión.

–A ver... yo no lo llamaría trofeo, las guardaba y ya está.

–En el juzgado de guardia dijo que era un trofeo. ¿Se equivocó de palabra?

–No recuerdo haber dicho eso.

El acusado ha explicado que su ventana y la de la habitación de la menor estaban muy cerca y alargaba el brazo para hacer las fotos.

La perjudicada, que ya tiene 18 años, ha recordado a la perfección el día que sorprendió al individuo. «Fue el 12 de marzo de 2020. Me estaba vistiendo para ir al instituto y vi una mano con un teléfono negro asomándose por la ventana. Eran las 6.40». Sintió «pánico, puro terror».

La joven, que intentó suicidarse a raíz de estos hechos, ha declarado entre sollozos que desde entonces tiene miedo a las cámaras. «Estuve tres meses sin entrar en mi habitación. Tuvimos que vender la casa porque no me sentía segura».