Siguiendo en la misma línea de los vecinos, el representante no muestra su sorpresa ante el derrumbe del establecimiento. «Es algo que sabíamos que podía ocurrir, los edificios tienen entre 80 y 90 años, no se hacen revisiones y el estado se deteriora», incide Nogales. El representante vecinal expone que los expertos le han comunicado que los edificios son antiguos y que estaban en mal estado. «Es una construcción de los años 40 y que necesitan muchas inspecciones que no se realizan y que se tienen que reforzar para poder hacer este tipo de actividades. Se deteriora mucho con la saladina y si no se arregla peligra por estas cosas», añade.
Desde la asociación exigen la actuación inmediata de los representantes del Consistorio para poder solucionar los problemas de la zona. «Es muy goloso tener un local con una terraza de la que se ve el mar, pero tienen que pasar un filtro. No puede ser que pasen estas cosas, es una tragedia», comenta Alain Carbonell, vicepresidente de la asociación.
Ante la inacción del Ajuntament y los servicios públicos no descarta que pueda a suceder una tragedia de tal calado en un futuro. «En los últimos años ha ocurrido tres veces y no han puesto solución porque es un problema estructural que tienen muchas construcciones», apunta. Además señala que si no se pone arreglo, «sucederá de nuevo en otro punto de la zona».
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"DESPUÉS DE LA CALMA VIENE LA TEMPESTAD" Osea, no hay ningún establecimiento público con permiso de apertura que no tenga un certificado de habitabilidad donde el o los arquitectos firman su solidez al respeto, así es que; eh ahí la tempestad.
Señores políticos, ese impuesto sobre bienes inmuebles que no deja de crecer y que tanto nos cuesta pagar, que se revierta en la rehabilitación de los edificios que lo precisan...