El asunto venía investigándose desde hace un tiempo, después de que la dirección del centro, ubicado en la carretera de Sóller, detectara que una presa estaba recibiendo un trato de favor por parte de uno de los jefes de la prisión. Inspección Penitenciaria y el anterior director abrieron una investigación y se tomó declaración a distintas personas, hasta concluir que la interna había conseguido artículos de lujo prohibidos en el penal a cambio, supuestamente, de pagar determinadas cantidades de dinero.
La mujer había sido condenada por estafar 400.000 euros a un rico alemán afincado en la Isla, así como a otras víctimas a las que aseguraba que se estaba divorciando y pasaba por un momento complicado. La rumana hacía creer que procedía de una familia de millonarios y se ganaba la confianza de aquellas personas a las que iba a engañar.
No es la primera vez que el actual jefe de servicio se encuentra en el punto de mira de las autoridades. Hace años, al inicio del ‘caso Cursach', fue denunciado por ‘El Ico', el hijo de ‘La Paca', porque supuestamente le obligó a firmar una carta cuando el narcotraficante estaba en prisión. Aquella misiva exculpaba a algunos señalados en la investigación.
El funcionario penitenciario y un policía local de Palma se sentaron en el banquillo en una sala de Penal 1 en 2018 y negaron todas las acusaciones. Finalmente, ambos fueron absueltos. El jefe de Servicios también estuvo preso por un delito contra la salud pública y otro de obstrucción a la justicia. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado también lo investigaron por su presunta relación con la entrada de teléfonos móviles y ciertas sustancias a presos de la cárcel.
Los efectos de lujo que entraban en la penitenciaría palmesana lo hacían ocultos en bolsas de plástico, que no pasaban controles. Los antecedentes de corrupción en el centro se remontan al año 2008, cuando cuatro funcionarios fueron suspendidos de empleo y sueldo. Dos salieron absueltos y dos cumplieron condena de prisión. El cabecilla principal continúa trabajando ahora en una prisión de Asturias.
La suspensión de empleo y sueldo del jefe de servicio de la cárcel de Palma no ha sido el único castigo a funcionarios de la plantilla. Otro trabajador ha sido suspendido dos meses por un incidente «externo», relacionado con un caso de extorsión y coacciones en Madrid, cuyo trasfondo sería el consumo de sustancias estupefacientes.
37 comentarios
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MikiEntonces, estamos todos autorizados a delinquir? Y como el PP manejaba dinero negro, todos estamos autorizados a hacerlo? Y el rey emérito evadiendo impuesto a hacienda, todos a evadir... Ya está bien de mezclar una cosa con otra, el que delinque tiene que pagar las consecuencias.
Yo flipo,en vez de echarlos de por vida van y como castigo los trasladan de lugar o los suspenden algunos meses.Con lo que han ganado de la corrupción eso son unas vacaciones para los tipos estos.Vaya país de pandereta.
La distribució a presons dels presos se hauria de fer per el seu origen. Segons las normas religiosas són deu generacions. A las presons de Mallorca, només hi podrian residir mallorquins que hàgin residit a Mallorca des de els anys 1800 els seus antepassats (no avantpassats).
MariaStewartA un funcionario se le puede echar, solo hay que demostrar la falta que ha hecho. además si pierde el empleo no tiene cobra paro.
Este si, y el perro sanchez no, ¿POR QUE? ¿No es del psoeta, o no tiene padrinos?
La función pública debería hacérselo mirar; un trabajador así en la privada habría sido despedido y probablemente no volvería a trabajar en ese sector...Y este...
CROTens acces al cas? Si es que sí, avisa als intructors i avisals que s'han equivocat. I els ilumines.
jaumePor una cuestión administrativa? A ti te pueden meter en la cárcel por una doble fila?
DragonetSi tens mes informació, per favor, comparteix amb tohom.
Pepe GonzálezClaro, tú que no tienes datos del caso, que propones? Mil años te va bien?