El entierro de La Parrala, en Bon Sosec, reunió a numerosas familias gitanas. La Guardia Civil montó un gran dispositivo de seguridad.

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Una noche de verano de 2009 Son Banya se convirtió, por unos minutos, en el Lejano Oeste. Con discusiones y tiros. Una conocida vecina del poblado, Josefa Moreno alias 'La Parrala', murió tiroteada y una compleja investigación policial desveló que los asesinos eran del clan de 'Los Peludos'. Dos hermanos y su madre fueron finalmente condenados por el crimen. Esta es la crónica de un crimen que disparó la tensión entre familias gitanas y provocó que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado montaran grandes dispositivos para evitar un baño de sangre.

Era la noche del 7 de septiembre de 2009 y Son Banya estaba a oscuras. Los tres condenados y otros cinco familiares, pertenecientes al ‘Clan de los Peludos' acudieron al poblado con la intención de cobrar por las buenas o por las malas una deuda de tres millones de pesetas a ‘La Parrala' por una venta de sustancias estupefacientes. La reclamación de la deuda era a ‘La Paca', pero como ésta se encontraba cumpliendo condena en prisión se centró en ‘La Parrala'.

Trinidad Santiago Porras, de 55 años, y ‘La Parrala' iniciaron una discusión en la que acabaron interviniendo otras personas, entre ellas José 'El Farru' y Juan Ortega Santiago. Estos dos últimos, a instancias de su madre, realizaron varios disparos a ‘La Parrala'. Uno de los proyectiles le alcanzó en la cabeza y le provocó la muerte.

Josefa Moreno, 'La Parrala'.

Después los implicados huyeron, pero fueron detenidos por el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional. La acusación contra ellos argumentó la rebaja de la petición de condena para ‘El Farru' y su hermano en el hecho de que ‘La Parrala', antes de su muerte, hizo un gesto con la mano y dijo que tenía un arma (aunque no llevaba ninguna), por lo que tuvo una participación activa y no estuvo pasiva, según la Fiscalía. Esta situación provocó que los dos hermanos creyesen que iba a utilizar un arma y ellos sacaron las suyas primero y le dispararon.

Uno de los detenidos por la Policía Nacional días después.

El entierro por 'La Paralla', en el cementerio de Bon Sosec, en Marratxí, provocó que la Guardia Civil montara un enorme dispositivo de seguridad. Se temía que hubiera incidentes o que alguno de los asistentes acudiera armado. Finalmente, la masiva presencia policial calmó los ánimos.

En el juicio, 'El Farru' fue condenado a siete años y medio de prisión, su hermano Juan a seis y la madre a tres. En las sesiones, igualmente, la Policía blindó la Audiencia, ante la sospecha de que allegados a 'La Parrala' intentaran atentar contra los hermanos o la cabeza de familia. A día de hoy, todavía, el crimen de Son Banya es tema tabú en el poblado.