La Policía Local de Palma comprobó que había sufrido un accidente con una moto de alquiler, que se encontraba con rozaduras, el asiento fuera de lugar y la dirección rota.

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Los agentes de Policía Local de Palma han procedido a la detención de un ciudadano británico, de 35 años de edad, tras protagonizar, la noche del pasado jueves, un inusitado incidente bajo los efectos del alcohol. El hombre acabó detenido por un delito contra la seguridad vial y resistencia grave a los agentes de la autoridad.

El suceso tuvo lugar a las 02:05 de la madrugada cuando la base del 092 recibió un aviso por un accidente de tráfico, por lo que activó una dotación de la Unitat Nocturna (UNOC) de Policía Local de Palma en el Passeig Sagrera. Al llegar al lugar, los agentes encontraron una motocicleta de alquiler con diversas rozaduras, el asiento fuera de lugar y la dirección rota.

Junto al vehículo, los policías advirtieron la presencia de un joven sentado en la acera con dermoabrasiones en los pies, los brazos y la cara; por lo que se solicitó la presencia de una ambulancia.

Los agentes trataron de hablar con el accidentado pero éste comenzó a proferir una retahíla de insultos, mostrando una colaboración nula. La Policía Local pudo percatarse de su estado ebrio y le requirió para la prueba de detección alcohólica. En ese momento, el individuo enloqueció y les gritó que no se sometería a la prueba; a pesar de las continuas advertencias de los agentes sobre las consecuencias penales de negarse a realizarla.

Tal y como explica la Policía Local de Palma en una nota de prensa, el individuo huyó a la carrera mientras les insultaba y cruzó con total imprudencia los seis carriles de la vía en la que se encontraban, el Passeig Sagrera. Los agentes de la UNOC lograron darle alcance y con la colaboración de una dotación de Policía Nacional, redujeron al individuo.

Se procedió a su detención por un presunto delito de desobediencia y resistencia grave a los agentes de la autoridad y otro presunto delito contra la seguridad vial, por la negativa a someterse a la prueba de alcoholemia. Este último delito puede ser castigado con penas de prisión de seis meses a un año y la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.

El hombre fue trasladado a un centro hospitalario para ser atendido de sus lesiones y, una vez dado de alta, ingresó en el depósito municipal de detenidos. La División de Policía Judicial confeccionó el correspondiente atestado y tras poner al detenido a disposición judicial, quedó en libertad con cargos.