La mujer, el jueves pasado, tras salir de los juzgados de Vía Alemania, en Palma. | Guillermo Esteban

TW
1

El bebé hallado muerto en una casa de Santa Ponça a mediados de agosto pesaba 2,552 kilos y medía 35 centímetros. Los resultados de la autopsia han revelado que estaba «plenamente formado». La madre, de 37 años, ha asegurado en un juzgado de Instrucción de Palma que su hijo nació sin vida el pasado 15 de noviembre a las siete y media de la mañana, según han explicado fuentes de la investigación a este periódico.

La mujer, que está acusada por un supuesto delito de homicidio imprudente, ha relatado que no tenía conocimiento de que estaba embarazada hasta el momento del parto y que de haberlo sabido habría acudido a un hospital para que le realizaran un seguimiento.

Hallazgo

El marido de la investigada llamó a la Guardia Civil sobre las 22.00 horas del 16 de agosto de este año para informar que había encontrado en su domicilio restos de un feto en estado de descomposición. Una patrulla acudió a la vivienda y se entrevistó con la madre de la criatura, que manifestó que abortó de forma natural en el baño del piso y que «por vergüenza» lo escondió en una caja envuelta de bolsas de plástico y mantas. La mujer, según han informado fuentes de la Guardia Civil a este periódico, comentó que desconocía el mes de gestación y el estado en el que se encontraba el feto.

La Policía Judicial se desplazó al lugar para realizar una inspección ocular y en la terraza de la casa localizó una caja verde de plástico con restos de un feto en estado de descomposición semicubierto por una serie de prendas y bolsas grandes de basura.

La mujer, que tiene tres hijos -dos con su pareja actual-, contó a uno de los agentes que se trataba de su hijo y que cuando dio a luz no se movía. Se quedó paralizada, en estado de shock, y solo fue capaz de limpiarlo todo y envolverlo en unas mantas que guardó en una caja.

–¿Por qué no dijo nada ni avisó a nadie?

Por vergüenza y miedo a que mi pareja me hiciera cosas malas...

El Área de Personas de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil se hizo cargo de la investigación. A las doce menos diez del día siguiente los agentes regresaron al domicilio para tomar declaración a la pareja de la mujer. El hombre manifestó que la ahora investigada le comentó que nació muerto y que quería mantenerlo cerca porque no se veía capaz de deshacerse de él.

Su mujer ya le ocultó el embarazo de su hija menor de cuatro años y añadió se enteró en el momento en el que se puso de parto. Dio a luz en la habitación de matrimonio y él la asistió. El hombre, según las mismas fuentes, cree que su mujer le ocultó el embarazo por miedo a que la dejara. «Tuvimos una conversación en julio del año pasado y le dije que si me volvía a ocultar algo así la iba a dejar, por eso supongo que no me ha dicho nada», manifestó el padre del bebé, que lleva nueve años de relación con su mujer.

Juguetes

Por aquellas fechas la mujer sacó dos cajas a la terraza del domicilio. A principios de agosto tiró una a la basura, pero la otra la dejó. La ahora investigada comentó a su marido que había juguetes y que la tenían que recoger, pero el hombre cogió un cuchillo y empezó a rajar la caja que estaba envuelta en bolsas de basura con mucho plástico. A medida que iba cortando las bolsas empezó a oler mal y vio una sábana envuelta en otra bolsa y dejó de rajar. Intuía que había un feto y llamó a la Guardia Civil.

«Mi mujer me ocultó el embarazo de mi hija de cuatro años de edad. Yo nunca supe que estaba embarazada y me enteré en el momento en el que se puso de parto», indicó el hombre a los agentes de la Policía Judicial.

Los investigadores, que se han entrevistado con los padres del bebé y con personas de su entorno, han averiguado que la mujer consumía cerca de media botella de whisky diaria en los dos últimos años, coincidiendo con el periodo de embarazo.

Los agentes preguntaron al marido de la mujer sobre los otros embarazos y el hombre apuntó que de su primer hijo no se dio cuenta hasta los cuatro meses de gestación y que de su hija se enteró en el momento que se puso de parto.

–En situaciones en las que ella se veía atrapada, siempre recurría a la mentira.