La procesada eliminó del ordenador un carpeta con importantes datos de clientes. | Pixabay

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«Esto no se lo dejo». Una empleada de una tienda de audífonos de Palma se enfrenta a un año y medio de prisión acusada de un delito de daños informáticos por borrar un archivo de la empresa en 2022, instantes después de que se le notificara que había sido despedida. El perjuicio, según la entidad que denunció los hechos, se cuantificó en más de 36.000 euros. El juicio por estos hechos está previsto que se celebre próximamente en un juzgado de lo Penal de Vía Alemania.

Los hechos, tal y como describe la Fiscalía en su escrito de conclusiones provisionales, se remontan hace ahora algo más de dos dos años. La procesada trabajaba como audioprotesista en una tienda de audífonos de Palma. Entre sus cometidos estaba el de crear y gestionar un archivo en el que se almacenaban los clientes potenciales y donde se realizaba un control de campañas promocionales para captar compradores. El control de todo esto lo tenía a través de un Excel que había creado ella y lo podían utilizar el resto de sus compañeros.

El 6 de junio de 2022, la titular de la tienda le notificó que quedaba despedida. Instantes después la acusada entró en el ordenador que solía utilizar y al tiempo que decía al resto de empleadas «esto no se lo dejo» borró el archivo anteriormente citado. Nunca pudo ser recuperado contenía datos de más de 200 clientes. La empresa cuantificó el daño causado en 28.971,90 euros en concepto de lucro cesante y 7.518 por los gastos incurridos en la elaboración de un fichero nuevo.

Además del año y medio de prisión por dicho delito de daños informáticos, el Ministerio Público también solicita que la acusada, de nacionalidad española, haga frente a la responsabilidad civil por el perjuicio causado. Sin embargo no aporta ninguna cifra y espera que se fije durante la vista oral o en ejecución de sentencia.