La mujer sufrió lesiones críticas a consecuencia de la agresión y falleció en el hospital de Son Dureta.

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D.M. fue detenido en dos ocasiones en EE UU por golpear a mujeres. Cuando aterrizó en Mallorca, e inició una nueva vida junto a la yugoslava Tatiana Vassic, de 35 años, la convirtió en su nueva víctima. En diciembre de 1999 apaleó a la extranjera, que quería romper la relación con él, y le fracturó la tráquea. La mujer ingresó en coma en Son Dureta y murió poco después. Esta es la crónica de un crimen que se saldó con una condena ejemplar para el maltratador y homicida.

El hombre llegó a Mallorca procedente de Alemania en 1996 y alquiló un piso en la calle del Carmen, en Palma. Después se trasladó a otro piso de la calle Botons con su padre, y fue denunciado por allanamiento de morada. Desde que residía en Mallorca, D.M. había sido condenado en una ocasión por perseguir a otra ex novia y embestirle con su coche. Su carácter era muy violento.

Los hechos ocurrieron un domingo de principios de diciembre en el apartamento donde residía Tatiana, en la calle Málaga, en Son Caliu (Calvià). El padre de la víctima contó que tras los golpes recibidos por su hija, tuvo que ser una vecina la que diera aviso a la policía y después se requiriera la presencia urgente de una ambulancia. El hombre, nacido en Yugoslavia y residente con su esposa en Perú, se desplazó a Mallorca tras ser informado de lo ocurrido.

La fallecida.

Tatiana Vasic había nacido en Belgrado hacía 35 años. Trabajaba en Palma y era la jefa de administración de una empresa de informática, además de serla encargada del control de calidad. Había conocido a D.M. hacía un año en la empresa y mantuvieron una relación durante varios meses. El acusado estaba considerado una persona extremadamente celosa que no aceptó bien el fin de la relación y se obsesionó con ella.

La paliza que le propinó fue tan salvaje que le fracturó la tráquea y le ocasionó una lesión cerebral, que provocó que entrara en coma. Los médicos intentaron de forma desesperada estabilizarla, pero su estado fue empeorando y días después, en Son Dureta, entró en muerte cerebral. Poco después, se confirmó el fallecimiento.

D.M. fue detenido e ingresó en prisión, a la espera del juicio. Cuando se encontraba en el juzgado manifestó frases incoherentes del tipo: "Abortar no está bien". La jueza de instrucción fue Piedad Marín, del juzgado de Instrucción número 4, y el fiscal Pep Zaforteza. La acusación particular la representó el abogado Eduardo Valvidia y el letrado defensor designado fue Francisco Mas.

Fue acusado de tres delitos: homicidio, allanamiento de morada y malos tratos habituales, ya que de la investigación policial se había concluido que el estadounidense golpeaba y vejaba a su novia con frecuencia, cuando sufría sus habituales ataques de cólera. En el juicio fue condenado a 15 años de prisión y quedó demostrado que Tatiana, cuando eran novios, vivió un infierno con él.