La Policía Nacional y Policía Local de Palma, al frente de la investigación de lo sucedido. | R.S.

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«Alguien de aquí me ha robado mi cartera con más de 400 euros que llevaba dentro y los voy a recuperar». Los cuatro asaltantes del 'after' ilegal de Gomila irrumpieron a primera hora del pasado domingo en el local esgrimiendo palos, bates de béisbol, barras de hierro y cadenas. El líder del grupo comenzó a gritar y con síntomas evidentes de ir drogado y bebido agredió a varios de los clientes del conflictivo establecimiento.

Según varios testigos y algunos clientes que se encontraban dentro del 'aflter', los cuatro agresores trataban de recuperar la cartera de uno de ellos que, supuestamente, había perdido unas horas antes allí dentro. Los hechos se remontan a las 9:30 horas del domingo cuando varias llamadas alertaban a los equipos de emergencia de una reyerta en el interior de un local, ubicado en la calle Robert Graves, en la barriada de Gomila. Según fuentes próximas a la investigación, a las que ha tenido acceso Ultima Hora, sobre esa hora el dueño de un 'after' ilegal llamó al 112 informando que estaban en el interior del establecimiento encerrados con numerosos clientes sin poder salir.

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Con suma rapidez, agentes de la Policía Local de Palma y de la Policía Nacional acudieron al lugar para auxiliar a las víctimas. A su llegada, se encontraron la puerta del 'after' ilegal cerrada y al dueño del mismo pidiendo auxilio. Tras forzar la puerta de acceso, se consiguió liberar a todos los allí presentes. A partir de ese momento, los investigadores iniciaron la toma de declaraciones a los afectados. Según ellos, cuatro hombres llegaron al local a bordo de un Ford Fiesta de color blanco armados de bates de béisbol y barras de hierro.

Los policías identificaron a todos los presentes y remitieron un informe judicial de lo sucedido. Lo más curioso es que nadie de los allí presentes, ni el dueño del after, quisieron denunciar los hechos. Sin duda alguna, se trata de un comportamiento muy extraño que ha hecho saltar todas las alarmas. Por otra parte, se descubrió que el dueño del local, un ciudadano de Togo, se encuentra en España en situación irregular y sobre el mismo pesa un expediente de expulsión por infracción grave a la Ley de Extranjería.