Los equipos sanitarios atienden a Trevor, que falleció a consecuencia de los cuatro disparos por la espalda.

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Se equivocaron de objetivo. Y lo pagó con su vida un turista irlandés de 40 años, llamado Trevor O'Neill, que paseaba en el verano de 2016 por la Costa de la Calma. Su 'pecado' fue caminar demasiado cerca de Jonathan Hutch, un supuesto capo de la mafia que iba a ser eliminado. Esta es la crónica de un asesinato con tintes mafiosos, que afortunadamente son escasos en Mallorca, que produjo cierta psicosis aquel agosto de hace ocho años.

La mafia irlandesa mató a O'Neill ese miércoles en la calle Santa Ponça tras confundirlo con un rival. El cuerpo del fallecido fue repatriado después a su país de origen. La investigación apuntó a un ajuste de cuentas entre los clanes de los Kinahan y los Hutch. Son dos familias enfrentadas desde hace años por el control del tráfico de droga en la Costa del Sol y Dublín, y Mallorca era otra parada en su guerra encarnizada.

El sicario, encapuchado, usó un revólver. Disparó cuatro veces a la víctima por la espalda y no dejó ningún casquillo en el suelo, después huyó. Jonathan Hutch, el hombre que paseaba junto al fallecido, negó ante los agentes que perteneciera a alguna banda organizada. Dijo que no sabía nada de lo que había ocurrido, pero que pensaba que el objetivo del atacante era él, por su filiación. El periódico The Independent, en su edición irlandesa, informa de que el compañero de O'Neill es miembro del clan de los Hutch.

El turista abatido a tiros por error en Mallorca.

El fallecido, que paseaba también acompañado de familiares y amigos, quedó tendido en el suelo gravemente herido. De inmediato, se desplazaron hasta el lugar los servicios de emergencia, así como agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local de Calviá, además de efectivos de Protección Civil. La víctima fue trasladada al Hospital de Son Espases , ubicado en Palma, pero finalmente falleció.

El Ajuntament de Calvià quiso mandar este jueves un mensaje de «tranquilidad» a turistas y residentes tras la muerte a tiros del turista irlandés en Costa de la Calma, hecho que, según recalcó, es «un caso puntual y concreto». El primer teniente de alcalde, Andreu Serra, destacó que «Calvià es un destino muy seguro y perfecto» y explicó que desde el consistorio estaban «muy preocupados» por las consecuencias del tiroteo.

Trevor O'Neill, un funcionario del Ayuntamiento de Dublín, pasaba sus vacaciones en Costa de la Calma (Calvià) junto a su mujer y sus tres hijos de 5, 7 y 12 años. La noche del 17 de agosto de 2016 llevaba cinco días en Mallorca. No llegó al sexto. La Guardia Civil detuvo el 12 de agosto de 2021 en Málaga Gerry Hutch, conocido como ‘El Monje', el líder de la mafia irlandesa relacionada con el crimen de Costa de la Calma. ‘El Monje', de 58 años, es tío de Jonathan Hutch, el objetivo real del sicario que mató por error al turista Trevor O'Neill.

El propio Jonathan Hutch explicó a la Guardia Civil que acababa de conocer a la víctima en el hotel donde se hospedaba y que fue casualidad que se encontraran por la calle en el momento del crimen. Gerry Hutch está acusado de desatar una guerra con 20 muertos en Irlanda y España. Según informó la Garda Siochana –la policía irlandesa–, el arrestado formaba parte del clan familiar conocido como los Kinahan, una poderosa mafia con negocios en Costa del Sol y en Irlanda.

Los sanitarios atendiendo al turista, que estaba herido de muerte.

Hubo una disputa interna y, tras una escisión, ‘El Monje' se erigió en líder. De esta forma surgió una nueva organización criminal dirigida por Gerry Hutch. Los enfrentamientos entre ambos grupos se acrecentaron cuando un sicario asesinó a uno de sus sobrinos, Gary Hutch, en La Cala de Mijas (Málaga). ‘El Monje' atribuyó el crimen a la mafia de los Kinahan, sus antiguos socios y ahora rivales.

A Gerry Hutch le acusan de mandar a sus sicarios al Regency Hotel de Dublín, donde se celebraba el pesaje de una velada de boxeo en 2016. Los hombres, disfrazados de policías, asesinaron a un miembro del clan rival. ‘El Monje' desapareció de la vida pública. Las autoridades irlandesas lo buscaban desde entonces hasta que la Guardia Civil lo encontró junto a su mujer en un restaurante de Fuengirola. El mafioso ingresó en prisión.