El acusado, Julián C.V., en una sala de la Audiencia Provincial de Palma. | G.E.

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La Audiencia de Palma ha condenado a siete años, seis meses y un día de cárcel al ex policía local de Son Servera que quiso matar a su mujer asfixiándola con un fular en el domicilio familiar en marzo de 2018. El procesado tendrá que indemnizar a la víctima, que fue representada por el abogado Miquel Fiol, en 6.692 euros por las lesiones y los daños morales ocasionados. Asimismo no podrá aproximarse a ella a menos de 500 metros ni comunicarse con ella durante una década.

El Tribunal de la Sección Segunda, que le aprecia el agravante de parentesco y el atenuante de dilaciones indebidas, considera probado tras la celebración del juicio que Julián C.V., de 59 años y ya jubilado, discutió la tarde del 8 de marzo de 2018 con su pareja después de regresar de una comida. El varón le comentó que no quería que saliera con sus amigas por eran «unas putas» y ella le contestó que lo seguiría haciendo. En ese momento el exagente enfureció y comenzó a tirar vasos al suelo y agarró de una bufanda que llevaba puesto en el cuello la víctima y la dirigió al dormitorio. Allí, apretándola con fuerza, la tiró a la cama, donde siguió oprimiéndola, intentando asfixiarla. La mujer le pidió que parara, pero el procesado hacía caso omiso. La mujer, tras una lluvia de patadas, pudo escaparse y se metió en el baño. Allí el exfuncionario le pegó y le clavó una navaja en la mano.

La sentencia, a la que ha tenido acceso Ultima Hora, destaca la coherencia y la persistencia en la declaración de la perjudicada el día del juicio y también la de la gran mayoría de testigos. «Pese a la hipótesis defensiva, consideramos fuera de toda duda razonable que el acusado actuó tal y como se ha descrito», sostiene el Tribunal.

La mujer, entrecortado por el llanto, explicó lo sucedido. «No paraba de repetirme que no valía para nada. Y allí me cogió del fular, me apretó con fuerza y me tiró a la cama. Yo le suplicaba que me dejara, que me estaba asfixiando, pero él seguía tirando más fuerte», apuntó la mujer. El fallo también sostiene que el testimonio de la víctima viene reforzado por el informe médico del PAC de Son Servera y por la declaración de una forense el día del juicio.

El procesado, por su parte, declaró que no era cierto que quisiera matar a su exmujer. No ocurrió. «No entré en la habitación. Si hubiera hecho lo que ella dice, que no pesaba ni 50 kilos, habrían sido otras las consecuencias. Ella se marchó tranquilamente de la casa, cogió la puerta y se fue. Ni más ni menos», dijo.