Según detallan fuentes judiciales, los hechos se remontan a la semana pasada. El arrestado, abusando de la confianza de la joven, le pidió el teléfono a la perjudicada. En unos pocos segundos, le dio tiempo a localizar en la galería un vídeo sexual de la chica con su pareja y se lo reenvió a su terminal. Intentó no dejar rastro, pero pronto se delataría.
Horas después, con las imágenes en su poder, se las mostró a un grupo de personas. Les dijo que el chico que se intuía que aparecía en las imágenes era él, a sabiendas de que era mentira. Casualmente uno de los amigos que vio el vídeo conocía a la víctima y se puso en contacto con ella para informarle de lo ocurrido. La joven, impactada con lo que acababa de conocer, se marchó a poner la correspondiente denuncia en la Policía Nacional.
Los agentes, tras saber los datos del sospechoso, acudieron al puesto de trabajo del joven y lo arrestaron. El chico, nacido en 1993, reconoció de manera espontánea ante los funcionarios los hechos. En comisaría le requisaron el teléfono móvil para su análisis. El joven quedó imputado por un delito de revelación de secretos. Puesto a disposición judicial, la jueza de guardia decretó su puesta en libertad.
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