Cuatro de los cinco acusados -uno está en paradero desconocido- durante la sesión de este lunes en la Audiencia. | J.P.M.

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La banda de lanzas chilenos desarticulada el pasado año tras una decena de robos en chalets de lujo en Calvià y Andratx se enfrenta a penas que suman 93 años por sustraer dinero en efectivo y objetos valorados en casi medio millón de euros. También vendían droga, según la Fiscalía. Cuatro de los cinco acusados se sentaron este lunes en el banquillo en la Audiencia de Palma. El quinto procesado, un colombiano, está en paradero desconocido.

En la sesión de este lunes desfilaron por la sala varios agentes de la Guardia Civil, que recordaron sus labores de seguimiento de los sospechosos así como el arresto de uno de ellos cuando intentaba huir de Mallorca. Asimismo también relataron cómo transcurrió el registro en el piso de Palma donde residían los miembros de la organización. Precisamente la propietaria de la vivienda, que no conocía de nada a los delincuentes, explicó que fue una vecina que la llamó tras ver el despliegue de los agentes. «Me llamó para decirme que en mi casa vivía una banda de ladrones», relató al Tribunal.

Este próximo viernes, en la última sesión de la vista, está previsto que declaren los procesados, tras solicitar su defensa que lo hicieran el último lugar. Dos de los ladrones se encuentran privados de libertad desde que fueron arrestados.

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Según la acusación pública, los procesados residían en Barcelona y cada cierto tiempo se trasladaban a Mallorca durante el verano con un objetivo: cometer robos con fuerza en chalés de lujo situados en los municipios de Calvià y Andratx, así como para distribuir MDMA, anfetaminas y ketamina. En diez días cometieron cinco robos con fuerza en los que se apoderaron desde relojes de lujo hasta joyas con diamantes incrustados y bolsos, valorados en 436.800 euros.

La Guardia Civil pudo corroboraron que los ladrones realizaban vigilancias previas en las viviendas de alto standing que posteriormente asaltaban. Hasta los inmuebles se desplazaban en coches de alta gama, para no llamar la atención, que previamente alquilaban. Las pesquisas llevaron a los agentes hasta el seguimiento a dos de ellos. Uno fue apresado cuando intentaba regresar a Barcelona con varios objetos de valor que habían sustraídos.

Al otro sospechoso lo dejaron regresar al domicilio de Palma, donde se encontraban los otros tres supuestos integrantes de la banda. Allí fueron detenidos. Uno de los delincuentes se resistió y provocó lesiones a uno de los funcionarios policiales.