Agentes de la Policía Local de Son Servera, conversando con el gestor del apartahotel este miércoles.

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«Preocupación» es el sentimiento que domina entre los vecinos próximos al apartahotel Sol y Mar de Cala Bona, okupado el pasado fin de semana por un grupo de personas de las que apenas media decena queda atrincherada en el recinto, pese a la presencia de la Policía Local de Son Servera y la Guardia Civil, que no ha servido para disuadirles. «Tenemos miedo», aseguran dos de ellos, quienes relatan que en la noche del pasado domingo, durante la final de la Supercopa de España entre el Real Madrid y el Fútbol Club Barcelona oyeron «las alarmas sonar y ruidos, además de movimiento y luces».

«Eran unos cuantos», aseguran, a la vez que reconocen no haber visto en el interior ni a niños ni a personas mayores y apenas a alguna mujer de forma esporádica, «aunque es verdad que era de noche». Reclaman «más presencia policial, pues nos sentimos inseguros». Y recuerdan que, antes del domingo, «hace 5 días ya vimos algo, pero pensamos que era el personal de los apartamentos que hacía reformas».

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Aseguran que existe cierta «tensión» por los movimientos en el interior del establecimiento y por ello avisaron a los propietarios. «No nos hace gracia y esperemos que no pase nada, pero por la noche no te apetece quedarte sola en casa», afirma una de las residentes en las proximidades del establecimiento hotelero, que en la noche del martes recibió la visita de la Benemérita y la Policía Local, que se ha repetido este miércoles con el fin de dar fe de la presencia de esos okupas y sus intenciones de mantenerse instalados allí.

«Esperemos que se solucione pronto, porque en nada empezarán a abrir los hoteles y no sabemos qué pasará...», apostillan los vecinos.