Ari convidó a Su Alteza Real la princesa de Panaguiuriste, o lo que es lo mismo, Carla Royo-Vilanova, que es una de las habituales de los circuitos más elegantes y cool de Europa y a mi comadre la gran María de León Castillejo, habitual de los ambientes más selectos y una viajera de lujo con la que tengo el placer de compartir ahijado, el hijo de nuestra amiga común Diana Zaforteza.
En fin, me estoy liando con detalles que no tienen demasiada importancia; miento, sí la tienen cuando se trata de una crónica social. Pero voy al tema.
Las dos aristócratas no solo disfrutaron de los caballos de trot, también de Menorca, de sus anfitriones y de los productos que la isla regala y han inundado las redes de imágenes bucólicas que son impagables cuando se trata de promocionar un destino de lujo. A lo que iba, Ari consiguió lo que parecía imposible: cierto grado de fatalismo puede ser reconfortante. Tendemos a reaccionar ante los contratiempos de otras personas con un sabio movimiento de cabeza y les tranquilizamos diciéndoles que «todo sucede por una razón». Les aseguramos que, aunque ahora tal vez no tengan sentido, dentro de poco podrán ver por qué las cosas han salido así.
Hay mucho que decir a favor de una actitud como esa... pero no es tan fácil de aplicar cuando se trata de nuestra propia vida. Es más difícil dar con la perspectiva. Conforme se vaya aclarando el razonamiento que hay detrás de algo que ha pasado recientemente nos daremos cuenta de la limpieza que ha supuesto este periodo de incertidumbre y que personas como Ari son más necesarias que nunca. Cada año, el evento atrae a más personajes famosos y de la alta sociedad; este año no fue la excepción, con la famosa actriz española Macarena Gómez, el célebre Aldo Comas, así como la escritora Fiona Ferrer, todos disfrutando del carreras con bebidas de bienvenida de Sa Forana, sangría Rita o durante un sofisticado almuerzo tardío de S'Algar Catering que se servía acompañado de vinos de Torres, Mar de Frades y con cava Freixenet frío.
La cuarta edición de Hats and Horses, que forma parte del exclusivo grupo de Elite Excellence – Federación Española del Lujo, se concibió como un evento sentado, en mesas de seis comensales, lo que permite a las personas disfrutar del buen vino y el menú, especialmente creado para el día bajo una sombra fresca con vistas privilegiadas de las carreras. El evento se cerró con mucha ilusión y alegría, con todas las miradas puestas en el evento de verano Hats and Horses que se celebrará en el Royal Polo Club de Barcelona el 19 de junio y al que no faltaremos. Enhorabuena, Ari y David. Sigo con otra experiencia digna de damas y caballeros.
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