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Cuenta Julio Sanmartín en su obra Los cien años del Círculo Mallorquín que sus antecedentes en Palma fueron el denominado Casino Palmesano, conocido comúnmente por el ‘Casino dels Cavallers’, fundado en 1840 y que se encontraba en la hoy calle Sant Felio, esquina Montenegro, en el edificio de Can Burgués. En el mismo año y en la misma calle se fundó también la Asociación Patriótica Balear, que muy pronto pasó a llamarse el Casino Balear. Tenía su sede en uno de los pisos de Can O’Ryan, edificio que hasta hace pocos años tuvo en su planta baja el Cine Rialto. A ambas entidades pertenecían la aristocracia y la alta sociedad mallorquina, de forma que otra parte importante de la ciudadanía palmesana decidió fundar otra sociedad, no tan rigurosa en la selección de sus socios, dando lugar al nacimiento del Liceo Mallorquín, que enseguida cosechó grandes éxitos gracias a las corales y conciertos que organizaba, aumentando considerablemente su número de socios a costa de las otras dos entidades.

En 1846 varios miembros del Casino Balear, con el deseo de obtener un local propio y más grande propusieron la compra de unos solares ubicados donde el antiguo convento de Santo Domingo y la construcción de un gran edificio, proyecto al que se unió la asociación del Liceo Mallorquín y así, el 25 de agosto de 1851, hace ahora 170 años, los presidentes de ambas entidades formalizaron su unión naciendo así el Círculo Mallorquín, manteniendo su sede allí hasta que en 1983 se vendió al Parlament Balear, trasladando su domicilio al actual de la calle Concepción, que esta misma semana ha reabierto sus puertas con ánimo de celebrar a lo grande su 170 aniversario.

Precisamente como primer acto conmemorativo la actual junta directiva quiso celebrar el mismo 25 de agosto una junta extraordinaria en el propio Parlament, que tuvo una gran brillantez al poder disponer de la emblemática Sala del Senat gracias a la entusiasta colaboración del presidente del Parlament, Vicente Thomás, quien quiso estar presente y agradecer al Círculo Mallorquín el haber querido celebrar este aniversario en lo que otro tiempo fue su casa y «que hoy lo sigue siendo, como lo es también, gracias a la iniciativa de vuestros antecesores, la casa que representa a todos los baleares». La junta estuvo precedida de un interesante recorrido por las instalaciones del Parlament de la mano del jefe de protocolo, Antonio Costa, y del historiador Jaume Munar, responsable de Divulgación y Patrimonio del Parlament y autor del libro que se está elaborando sobre el Círculo Mallorquín, en el que saldrán a luz interesantes historias todavía desconocidas, como la controvertida relación de Juan March Ordinas con el Círculo, desmintiendo algún conocido bulo. Al acto acudió la junta directiva en pleno, presidida por Ignacio Deyá Frutos y con todos sus miembros: Guillermo Carre, vicepresidente; Rafael Palmer, secretario; José Más, tesorero; y los vocales Carmen Fuster, Marilín Vidal, Xim Fortuny, José Francisco Steegmann, Fernando Vidal de Villalonga, Javier Ferrer y Luis Clar. Descendientes todos de aquellos grandes señores capaces de crear belleza a raudales. ¡Si fuéramos franceses! Si el antiguo salón de baile, decorado por Ricardo Anckermann, hablase, podría contar más de un siglo de vida social palmesana. Quién iba a decir que a finales del siglo XX ese mismo salón de baile se convertiría nada más y nada menos que en la sede de nuestro parlamento autonómico. Si el antiguo salón de baile hablase...