Evelyn Morell , Heidi, y Alina Poloboc posan con un amigo. | Esteban Mercer

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Nos habían citado para una cena seguida de flamenquito del bueno en las bodegas Suau nuestros amigos de Pura Raza, los organizadores de estas noches únicas e impagables, y sorprendentes y bellas, y elegantes y rumbosas. Lo más cool que se prepara en Mallorca para el futuro festivo. Acudí con el honor que siempre es acompañar a la maravillosa amiga del alma que es Evelyn Morell, cada día más guapa, cada día más divertida. Es curioso lo que está ocurriendo, mis amigos, incluso los de toda la vida, cada día son más guapos, solo tengo amigos guapos la verdad, y cada día son más jóvenes. Lo que me llena de orgullo y satisfacción, que diría aquel. Cuando llegamos a la entrada, bajo la parra nos encontramos con amigos muy queridos, Juan Fernández de Mena, que acudió con su divertidísima y elegantísima madre Ana Mena, con la que conversar es gloria bendita.

Juan es el propietario de una de las grandes alegrías del verano, El Frontón de Sineu, que causa sensación en los que lo descubren. Su cine de verano ha sido lo más. No faltaron Martina Benvenutto y Álvaro Anaya, alma de este grupo creado para que el flamenco brille con altura, y justo en ese momento tan bello, en el que la cara de Alina Poloboc era más española que nunca, a la guitarra estaba el hijo de Ilona Novackova, Sam Sadler, rasgándola en solitario, como si hubiera nacido en una de las grandes familias flamencas del Albaicín o jerezanas. No faltaron tampoco los Balaguer, o sea, Francina Galmés Meliá y su marido el gran Xisco Balaguer, una de mis parejas top de jóvenes y guapos. Pues resultó que estábamos justamente a punto de saber, por Xisco, que era el cumpleaños de Francina y había que celebrarlo.

Mientras disfrutábamos de una cena de pié en la que se sirvieron los mejores manjares hispanos, sonó en boca de todos el Cumpleaños feliz para Francina, y aquello que era fiesta lo fue más todavía. Tras la cena, bajamos a las bodegas y en un ambiente mágico imposible de describir con palabras disfrutamos del mejor de los espectáculos que he visto en mi vida. Flamenco de Pura Raza, con sus estrellas sobre un pequeño tablao situado al fondo de lo que parece una cueva milenaria donde habitan bandoleros de leyenda enamorados de las Carmen de España. ¡Qué gran noche! De guapos y guapas. Sigo con otro cumpleaños.