Fotografía cedida por el Principado de Mónaco el domingo 20 de marzo de 2011 en la que se ve, de izquierda a derecha, a Pierre, Carlota y Andrea Casiraghi. | Efe

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La muerte de la princesa Antoinette ha marcado la celebración del Baile de la Rosa monegasca, que ha sido presidido en solitario y por primera vez por los jóvenes Pierre, Carlota y Andrea Casiraghi.

El Baile de la Rosa es una velada benéfica que se celebra anualmente y es organizada por la Casa Real de Mónaco. Su primera edición tuvo lugar en 1964 y cada año adopta una temática cultural concreta.

Si enl 2008 se ambientó en la 'movida' madrileña de los años ochenta, en esta ocasión el tema elegido ha sido la discográfica estadounidense Motown, que jugó un papel decisivo en la difusión de la música negra.

Pese a lo festivo de la decoración, la gala de este año estuvo oscurecida por la reciente muerte de la princesa Antoinette, hermana de Rainiero de Mónaco. Las ausencias de Alberto de Mónaco, Charlene Wittstock y las princesas Carolina y Estefanía han sido muy acusadas, pero los jóvenes Pierre, Carlota y Andrea Casiraghi se encargaron de que el acontecimiento se desarrollara con total normalidad.

Los tres hijos mayores de la princesa Carolina recibieron a la alta sociedad monegasca en el Sporting Club de Montecarlo, y fue Andrea el encargado de leer el discurso de inauguración.

Una vez más, los tres jóvenes hicieron gala de la elegancia innata de su familia, y fue Carlota quien destacó especialmente con un vestido de terciopelo negro de Lanvin.