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Recorriendo la carretera entre Son Serra de la Marina y Artá, llama la atención un precioso edificio que a la izquierda de la ruta se alza entre árboles. Es el Oratorio de San Juan Bautista, que en estos días conmemora su primer centenario. El acto central de la celebración tuvo lugar el pasado sábado, cuando se ofició una misa muy especial en su interior. Se trató de una misa Tridentina, rito habitual en la Iglesia Católica hasta 1962. Cantado y recitado en latín, el rito es casi una pieza de arqueología con el que Gabriel Sampol y Paz Massanet, propietarios del templo, han querido celebrar este primer siglo de vida. Jaime Mercant i Simó fue quien realizó el oficio tras el cual se descubrió una placa conmemorativa