Exposición “Blood Relatives” en Muro

Con buena música, una copa de vino y numerosa compañía, se pudo disfrutar de las obras de estos tres dispares creadores, padre e hijos, que se acercan al arte de maneras muy distintas, pero siempre con fuerza y calidad. Si las obras de Pere invitan a la meditación y la ensoñación, con la figura femenina como epicentro, los cuadros de Francesc son gamberros, irreverentes y agudos. De Joan Lacomba poco más se puede decir, ya es todo un clásico en el arte mallorquín.