El cielo lucía cubierto. El sol comenzaba a despedirse de un largo día y un fallo eléctrico dejó a gran parte de la ciudad sin luz. La oscuridad fue absoluta y se apoderó rápidamente de la noche. Fue el momento propicio para que en sa Feixina comenzaran a llegar los muertos vivientes, rostros que mostraban dolor, cuerpos mutilados, mucha sangre, profundas ojeras y vestidos rasgados.
Así se caracterizaron los más de 300 jóvenes que participaron el sábado en la III Marcha Zombie de Mallorca, que según sus organizadores cada año se incrementa en cantidad de participantes.
Cerca de las 21.00 horas comenzó la actividad con un photocall y con tres concursos, dos de fotografía y uno que premió al zombie ‘más podrido’. A un costado del parque un par de chicos maquillaban a quienes no habían llegado al lugar con sus caras pintadas para la ocasión. Por 2 euros y en pocos minutos quedaban con ojeras considerables y unos pálidos rostros.
A medida que avanzaba la noche era menor la visibilidad, el ambiente era el ideal para llevarse un susto. Algunos turistas extranjeros que paseaban por el lugar aprovechaban para hacerce fotos con algún zombie.
Muertos vivientes, pero muchos con estilo y otros imitando a personajes de la literatura, cómics o cine, como Peter Pan, Spiderman o la atractiva Gatúbela. Grupos disfrazados de romanos, policías, hadas o sexys colegialas eran parte de la tenebrosa marcha que aterrizó por tercer año en Palma. Sobre las 22.00 horas los chicos iniciaron una larga caminata hasta la plaza Gomila para comenzar una intensa velada de marcha animada por bandas de rock: Alegres Difuntos y The Monsters One; quienes se definen como de la vertiente del horror-punk-glam-rock. Entre los temas que tocaron se pudieron oír versiones de grupos como los conocidos Kiss o Ramones. La marcha de los muertos vivientes duró hasta altas horas de la noche finalizando justo antes del amanecer.
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