La celebración consiste en una gran oración (que en Ciutat tuvo lugar en el Palma Arena) y un encuentro familiar.

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El mundo musulmán celebró en la madrugada de ayer el final del mes del Ramadán, que este año se ha extendido desde finales del mes de julio hasta ayer. La clausura del mes de ayuno se festejó con la tradicional fiesta de Aid al-Fitr, que significa fiesta del desayuno. Esta celebración consiste en una gran oración, un encuentro familiar, una hora después de la salida del sol.
 

Tras esta oración, que en Palma tuvo lugar en el Palma-Arena, los más pequeños recibieron regalos, como si fuese un día de Reyes en España, y los mayores disfrutaron de un aperitivo compuesto, sobre todo, de dulces. Además, también es tradición que en el día de Aid al-Fitr se estrene algo nuevo, como ropa o cualquier otro artículo.

Durante el resto del día de ayer, los musulmanes (en Mallorca residen 35.000) estuvieron entre familiares y amigos, con los que se organizaron grandes comidas y encuentros, como suele ser habitual en esta fiesta. El final del Ramadán es esperado por la comunidad musulmana afincada en Mallorca, ya que supone el fin de unos días de ayuno, abstinencia y rezos. Es una de las fiestas más importantes en el calendario de los musulmanes.

Joseph fue uno de los muchos musulmanes que disfrutó en la jornada de ayer del encuentro con sus amigos y familiares en «una ceremonia tan especial donde todo el mundo se reúne y disfruta de todas las visitas que fueron llegando», aseguró Joseph,  que junto a sus compañeros   pudo disfrutar de una gran comida con muchos pasteles árabes «deliciosos, acompañados de café con leche» y donde tampoco pudo faltar el tradicional té marroquí con hierbabuena.