Llorenç Julià | S. Amengual

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Es el hijo del que cualquier padre se sentiría orgulloso. Buena persona y muy comprometido con su trabajo. Es el responsable de la implantación de una nueva forma de hacer obra social: Sa Nostra Solidària, un programa creado para ayudar a las ONG a obtener nuevos recursos, dar difusión a sus trabajos, animar a personas a que sean voluntarios... Llorenç Julià Ribot (Ariany 27.04.56), es subdirector general institucional y de Obra Social de Sa Nostra. Casado (tres hijas: 28, 25 y 21 años). Le gusta la música, pintar y los deportes.
Para ayudar a las ONG a obtener nuevos recursos, para dar difusión a los magníficos trabajos que desarrollan, para animar a personas que puedan ser voluntarios... en definitiva para que haya "personas que ayudan a personas", ha nacido Sa Nostra Solidària.
Xisco Busquets.- Poner en marcha un programa solidario, ¿es una operación de marketing o realmente una acción para ayudar a los más necesitados?
Llorenç Julià.- Hace 128 años que hacemos obra social, y sólo en los últimos 3 hemos invertido 34 millones de euros. A través de nuestras convocatorias se han apoyado 1.350 proyectos para ayudar a los colectivos más necesitados y hemos llegado, directa o indirectamente, a más de 400.000 beneficiarios. Ahora, lo que planteamos es mejorar la implicación social y la participación de nuestros clientes en la valoración de las iniciativas que nos presenten.
X.B.- ¿Los clientes?
L.J.- Sí, nuestros clientes manifestaron sus preferencias sobre la Obra Social el año pasado a través de la campaña "Participa y decide...", y el resultado fue dar apoyo al área de acción social.
X.B.- ¿Qué lo diferencia de otro programa?
L.J.- Es más abierto y participativo. Es una nueva forma de hacer Obra Social, más actual y próxima, asumiendo un papel más proactivo que de simples aportadores de ayudas económicas.
X.B.- ¿Cómo?
L.J.- Ayudando a las ONG a conseguir nuevos recursos, a dar difusión del magnífico trabajo que están desarrollando, a animar a las personas que puedan ser voluntarios, implicando a los diferentes agentes sociales, con los empleados de Sa Nostra en primer lugar, para que aunemos esfuerzos con un objetivo común: "ayudar a más gente". El lema de nuestras convocatorias ha sido "Personas que ayudan a personas".
X.B.- Si quiero organizar un concierto solidario gratuito, ¿me apoyarán?
L.J.- Sí, sí... porque con el nuevo programa orientaremos gran parte de nuestras actividades a darles un carácter solidario.
X.B.- Leí que van a crear "productos financieros solidarios". ¿Qué es esto?
L.J.- Un depósito, una financiación a necesidades sociales con microcréditos, ayudas a emprendedores, anticipo de subvenciones, confis solidarios...
X.B.- Actualmente en todos los sitios se quejan de la falta de ayudas. "No hay dinero" es una frase muy oída. ¿Es cierto que no hay dinero?
L.J.- La situación económica afecta a todos los sectores y ha obligado tanto a la Administración como a las entidades y empresas a gestionar de manera eficiente los dividendos sociales. Hay dinero, pero menos, y se debe a la difícil coyuntura que se vive.
X.B.- El miedo al futuro, el bombardeo de que estamos en crisis... ¿ha favorecido la vuelta al ahorro? ¿Es conveniente que la gente ahorre?
L.J.- Las situaciones de crisis generan desconfianza e inseguridad, y ante ello la gente gasta menos y, por tanto, se genera más ahorro. Sin ahorro no hay inversión. Ahorrar es un valor de inteligencia, de previsión, de seguridad...
X.B.- Sí, pero ustedes prestan menos dinero que antes, y si la gente que tiene dinero lo ahorra, la economía no se mueve. Entonces, ¿cómo creamos empleo?
L.J.- El que el dinero esté en una cuenta de ahorro no significa que esté parado y sea improductivo. Con este dinero se presta a las familias, a las empresas, a pymes, a comercios, para realizar inversiones y, a través de las mismas, se dinamiza el sector productivo y se ayuda a generar empleo...
X.B.- Pues las pymes se quejan de que el grifo de los créditos está cerrado. ¿Cuándo piensan abrirlo?
L.J.- Cuando los mercados de capitales y los grandes agentes mayoristas recuperen la confianza respecto a los sistemas financieros y a la capacidad de ciertos países.
X.B.- El turismo es una 'industria frágil', cualquier cosa puede pararla (chapapote, impuestos en vuelos de Alemania, competencia más barata...). ¿No cree que Balears debiera invertir en algo más sólido, como la agricultura ecológica, las energías renovables o incluso revitalizar antiguas industrias como el calzado, bisutería...?
L.J.- En mi opinión, no debería plantearse como algo sustitutivo, si no complementario. El turismo es compatible con ecología y medio ambiente. El compromiso de preservación medioambiental es otro ámbito de actuación de la Obra Social de Sa Nostra y también de una parte importante de nuestros clientes.
X.B.- Entonces, si voy a Sa Nostra con un proyecto para montar una granja ecológica, ¿me darán un crédito sí o no?
L.J.- La premisa básica es que la petición sea viable económicamente, con capacidad de retorno y garantías adecuadas. Si además genera empleo y ayuda al sector productivo, la decisión sería más favorable.
X.B.- ¿Cree que en Balears, por el hecho de que todos nos conocemos, existe una cierta tendencia a ayudar a los amigos?
L.J.- Somos un pueblo generoso y altruista.
X.B.- Menorca, Eivissa y Formentera, ¿existen?
L.J.- Por supuesto. Desde el punto de vista de la entidad, tanto por la parte financiera como social. Cuentan además con los Consells Locals, en los que están integrados los diferentes consejeros que los representan en los órganos de gobierno.
X.B.- Independientemente de su cargo, ¿cómo ve el momento actual en qué vivimos?
L.J.- Complicado, ya que en muy poco tiempo ha habido muchos cambios de orden económico y financiero que han generado problemas laborales, sociales y, especialmente, el desempleo. Pero también tenemos la confianza de que saldremos reforzados de esta crisis y con el deseo de que sirva para evitar errores pasados.
X.B.- Cuando nuestros abuelos eran niños no tenían televisión, ni internet, ni videojuegos... trabajaban desde temprana edad y jugaban en la calle. A nuestros hijos les pasa todo lo contrario. ¿Cree que la falta de esfuerzo será un hándicap para el futuro?
L.J.- Antes se recompensaba más el sacrificio o la dedicación a cualquier tipo de tarea, mientras que ahora nuestro nivel socioeconómico ha mejorado mucho. Aun así, siempre se requerirá de esfuerzos para que una persona pueda labrarse un futuro.
X.B.- Usted, ¿cómo educa a sus hijas?
L.J.- Escuchando, vigilando y aconsejando, pero siempre con valores de respeto, sacrificio, responsabilidad y humildad.
X.B.- Además de la solidaridad, ¿qué otros valores cree que deberían ponerse de moda?
L.J.- Educación, en el más amplio sentido de la palabra, educación en valores, educación académica... con respeto y, hoy en día, muy especialmente los valores de prudencia, sacrificio y sobre todo honestidad.