La muerte de Kurt Cobain supuso un gran golpe en el mundo de la música, y más aún para su viuda y su hija, Frances Bean. Pero ya han pasado quince años desde aquello, y Courtney Love no tiene problema en reconocer que para ella la vida sigue, y ese asunto está más que superado.
«Me casé con un tío, se suicidó, heredé todo», así ha resumido lo ocurrido la líder de The Hole, para quien la muerte de Cobain supuso no sólo quedarse viuda, sino tener que criar en solitario a su hija. Pero Courtney añade sin darle más importancia: «Así funcionan las cosas».
Y es que ahora son otros problemas los que preocupan a la cantante, más allá de la pena por el suicidio de su marido. La hija de ambos, Frances Bean, ha interpuesto una orden de alejamiento contra ella y ha decidido irse a vivir con su abuela y su tía paternas, algo que Courtney no acaba de aceptar.
Según ha declarado a la revista 'Spin': «Lo único que quieren esos gruñones O'Connors (la familia de Kurt) son cheques». Pese a las quejas de Courtney, el juez ha dado la razón a su hija y ha ordenado mantener la orden de alejamiento hasta abril, cuando volverá a considerar el caso.
Robos
Pero los problemas de la cantante no acaban aquí, pues parece que buena parte de la fortuna que heredó de Kurt ha desaparecido. Ella defiende que no se lo ha gastado, sino que alguien adivinó sus números de cuenta bancaria y utilizó el dinero en negocios inmobiliarios.
Parece que las complicaciones se están cebando con Courtney, quien tuvo que cancelar un concierto hace pocos días al no poder llegar a tiempo por culpa del tráfico. Por suerte, sus fans no piensan darle la espalda.
Según declaró uno de ellos a 'Bang Showbiz': «Tenía muchas ganas de ver a Courtney, aunque siempre ha sido una estrella del rock en la que no se puede confiar. De todas formas, no puedo esperar a su regreso».