El actor Robert Downey Jr. cumple este sábado 50 años mientras atraviesa uno de sus mejores momentos personales y profesionales tras una vida entre rodajes y juzgados que le llevó de heroinómano a superhéroe y de Hollywood a la cárcel hasta que, finalmente, se encontró a sí mismo.
Downey Jr., nacido en Nueva York en 1965, es uno de los intérpretes mejor pagados de la industria del cine, respetado por su talento artístico, deseado por los estudios por su capacidad para generar taquilla y admirado por las masas.
Es también un exdrogadicto y un exconvicto que durante cerca de una década estuvo entrando y saliendo de centros de rehabilitación hasta parecer una causa perdida, que conoció las drogas de mano de su padre antes de los 10 años y cuyo hijo mayor, Indio, de 21, fue detenido en 2014 por consumir estupefacientes.
Dos años antes, Downey Jr. celebró el nacimiento de su segundo hijo, Exton, fruto de su matrimonio con su segunda esposa, la productora Susan Levin, con la que se casó en 2005, tras formalizar su divorcio de Deborah Falconer en 2004.
Levin es precisamente un punto de inflexión en la vida del actor que con en ella alcanzó la estabilidad que necesitaba para dejar atrás su truculento pasado.
«O las drogas o yo», le dijo Levin al principio de su relación, un ultimátum reconocido por Downey Jr. en una entrevista en 2008 con la revista «Penthouse» que resultó, según sus propias palabras, un «choque saludable».
Downey Jr. hizo sus primeros pinitos en el cine con tan solo 5 años en «Pound», un filme de su progenitor, Robert Downey Sr., con el que se mudó a Los Ángeles cuando era pequeño después de que sus padres se separaran, si bien nunca fue una estrella infantil.
El joven Robert no empezaría realmente a desarrollar su carrera en Hollywood hasta 1983 y, a lo largo de la década siguiente, aparecería en 20 películas, como «Johnny Superstar» (1988), «Air America» (1990) y «Chaplin» (1992), que le valdría su primera candidatura al Óscar.
En los años 90, era ya considerado una de las grandes promesas artísticas de su generación y, en 1994, trabajaría con Oliver Stone en «Asesinos natos».
Eso fue poco antes de que sus malos hábitos le derribaran del pedestal en el que había sido colocado.
En 1996, sus adicciones trascienden del ámbito privado al judicial tras ser detenido en California por exceso de velocidad y por conducir borracho, cargos a los que se sumó que la Policía halló en su vehículo un arma y drogas diversas, heroína entre otras.
Quedó en libertad y poco después fue arrestado tras aparecer inconsciente en la cama de la hija de un vecino.
A los pocos días, se produjo una tercera detención por fugarse de un centro de rehabilitación donde había sido confinado.
En años sucesivos, Downey Jr. ingresará en programas de desintoxicación en más de media docena de ocasiones, unas alternativas que le libran de ir a prisión hasta que, en agosto de 1999, el juez que lleva su caso no puede con más desplantes y le condena a pasar tres años encerrado en la penitenciaría de Corcoran, en el centro de California.
El actor sale de la cárcel al año y busca voluntariamente tratamiento para sus adicciones.
Hollywood recibe al hijo pródigo con los brazos abiertos y Downey Jr. firma un papel con la serie Ally McBeal que le vale un premio en los Globos de Oro y la nominación a los Emmys.
En noviembre de 2000, es detenido por posesión de cocaína y metanfetaminas, y otra vez en 2001, lo que le vuelve a obligar ir a rehabilitación durante un año para evitar retornar al presidio.
Sin terminar de sentar la cabeza, lejos de su primera mujer con la que llevaba años distanciado, entra en su vida Susan Levin, con la que trabajará en el «thriller» de terror «Gothika» (2003) liderado por Halle Berry y con Penélope Cruz.
Levin producirá también «Kiss Kiss Bang Bang» (2005), filme que volverá a poner la carrera de Downey Jr. en pie.
En 2007, llegaría «Zodiac», y en 2008 estrenaría el largometraje que dispararía su estrellato hasta límites insospechados, «Iron Man».
Como el magnate vividor y extravagante Tony Stark y su acorazado héroe de hierro de los cómics de Marvel, Downey Jr. ha rodado ya una trilogía que ha recaudado más de 2.300 millones de dólares en taquilla, y su carismático personaje es clave en la saga «The Avengers», otra mina de oro cuya tercera parte se estrena en mayo.
Downey Jr. encontró el éxito también en la reciente franquicia de «Sherlock Holmes», con la que triunfó en los Globos de Oro, y obtuvo su segunda nominación al Óscar en 2009 por la comedia «Tropic Thunder: ¡Una guerra muy perra!», aunque, a diferencia de 1992, reconoce que ya ha aprendido a sobrellevar los vaivenes emocionales de Hollywood.
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