Dedicado a la agricultura y la ganadería, administra fincas agrícolas propias y ajenas con la esperanza de que los nuevos usos que se imponen en el suelo tradicionalmente agrario no acaben con el paisaje que ha disfrutado desde niño. Relata las dificultades con las que se encuentran los agricultores para renovar los tradicionales acuerdos que les permiten cultivar y explotar fincas ajenas, debido a la presión del negocio inmobiliario y turístico que sufre el suelo rural.
Lejos de rendirse busca una oportunidad en la convivencia de distintos modelos y él mismo alquila como vivienda vacacional su finca de Cas Col·lector para ayudar a financiar parte de los gastos que requiere su intensa actividad agrícola. También está recuperando el olivar de una finca que ha adquirido un empresario afincado en Gran Bretaña.
Entre las propiedades ajenas que cuida y explota está Els Horts, un olivar centenario en la falda de Tramuntana, con lo que eso implica en la dificultad de uso de maquinaria. «Producir aquí resulta mucho más caro que en el llano, pero son olivos capaces de aportar sabores que el llano no puede ofrecer», dice.
Hace un llamamiento a las autoridades para que apuesten por una «mayor defensa de la producción en las fincas de montaña porque si no las defendemos más, en 50 años los olivares no van a existir. Los pinos son invasores y si las fincas se dejan de se hacen los dueños», explica.
Pep Rotger repasa con pesar los cambios económicos y sociales que están cambiando el paisaje de las Islas y una forma de vida (la de las antiguas possessions) hoy prácticamente extinta. «Aquí en Els Horts hace 30 años una familia aún podía vivir de lo que producía. Se aprovechaba todo, había frutales y vendían en los mercados, eso sería imposible hoy en día».
Su abuelo se dedicaba al campo. «Como casi todos los abuelos de mi generación», dice. Su padre montó un negocio de distribución de aceite. «Desde Caimari se distribuía aceite por toda Mallorca, aunque eso no quiere decir que se produjera aquí. Cuando yo tenía 14 o 15 años lo dejó», recuerda.
Pep Rotger se inició laboralmente en el negocio de la maquinaria de construcción hasta que en 1994 dio el salto a la agricultura, su verdadera pasión. «Desde entonces hasta ahora ha cambiado mucho, sobre todo el tema de la almendra, por la xylella y por la dificultad de abastecimiento de agua», explica. Además de vender su propio aceite y almendras tostadas Rotger produce aceituna de mesa para consumo propio y tiene 60 ovejas y caballos.
10 comentarios
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El otro día compré unas patatas de Sa Pobla en bolsas, no ella, carísimas y dolentes, dolentes con ganas.
Los bienvenidos no están por la labor.
Alguna vez se pueden comprar, son caros para un sueldo normal.
yo lo intento, pero el PRECIO es tan elevado, que la clave es ME LO PUEDO PERMITIR. Me puedo permitir pagar 10€ por un vino que por 6€ tengo otro Español de igual calidad, ya no dire mejor, por que muchas veces es vuestión del gusto de cada uno. FRESAS 3 veces mas caras, ojo, y mejores que las que llegan, pero con la economia actual, PUEDEN PERMITIRSELO LA CIUDADANIA??? uno ve el suedo medio del pais, y esto es la clave, por que venden los comercios CHINOS??? por que aun sabiendo que es d epeor calidad, cunmple con el objetivo y vale 4 veces menos. es un tema delicado, hay que buscar el equilibrio y la manera de que el PRODUCTOR gane y el precio sea competitivo, de lo contrario, en un pais donde el salario medio del 70% de los ciudadanos no supera los 1300€ mensuales por cada miembro de la pareja, una vez pagados. VIVIENDA, LUZ, AGUA, GAS, COCHE; SEGUROS, ROPA, HIJOS, ... puesuno va al super y se guia por el precio y no por si es BALEAR o de donde sea.
Es un problema 100% político, al funcionario de turno no le interesa para nada el bien común, y menos aún el bien de la propia tierra. Tienen un solo objetivo, arruinar al emprendedor y al mismo tiempo ellos seguir chupando de la teta pública.
Jo vull consumir,productas de la terra,peró els preus del oli,i dels vins son privatius,enfocats per la exportació,o el consum,per guiris;debut al bitxo,se veu molta propaganda,de vins de la terra,que no vull dir,que no siguin bons,peró als trob cars,en comparació,als peninsulars. Si cuan varen demanar per possar grans superficias,i cadenas de super mercats,als hagueran obligat, a vendra un 80% de producta de la,terra,no mos trobariam,productas dels lliberneros d'Almeria,que ja fan tomátiga de ramallet, ( es lo que ells mos volan fer creura ) també pebre verd( ni té el mateix color )per fer trampó,que no te gust de rés,i suma i segueix.Encara,quedan placers,productors ( ni ha que van al mercpalma,i hu venan com si fos fet seu,no tots meins mal,pero ni ha )que venan al producta propi i d'altres,per omplir el trast. Si volem sebra,el que menjam,haurem de fer l' horta nosaltres.
Es que, incomprensiblemente, son más caros que los que vienen de fuera! Por qué no ayuda más, mucho más, el Govern al producto local (desde la comida hasta la tecnología) a eliminar esta diferencia de precios?
Normal quan s'escull un deliqüent (Valtònyc) per per-los publicitat.
JohannesTu no saps ni el preu ni el gust per lo vist
Un servidor menjaria i beuria sempre "mallorquí".... si no fos dos o tres pics més car !! Si almanco fos més bo ?!