Pero, ¿cómo surgió la idea de las salas de cine? ¿Cuál es su historia? La considerada como primera proyección de cine con público fue el 28 de diciembre de 1895, cuando un grupo de unas treinta personas llenó los sótanos del Gran Café en París, en una iniciativa impulsada por los hermanos Auguste y Louis Lumière. El precio de la proyección era de un franco e incluía 10 películas, de una duración de unos 50 segundos cada una.
En España el cinematógrafo de los Lumière llegaría al año siguiente, en un salón de los bajos del Hotel Rusia de Madrid. Alexandre Promio fue el encargado de enseñar a los españoles el invento de proyección de fotografía animada. El precio de la entrada era de una peseta y había pases desde las 10 de la mañana hasta las 11 de la noche. Las sesiones duraban unos 15 minutos y se proyectaba la misma película que se pudo ver en Francia: Salida de los obreros de la fábrica Lumière en Lyon Monplaisir. También se mostraba la salida de un tren y las vistas de los Campos Elíseos. Con el paso del tiempo se añadió una película rodada en España llamada Plaza del Puerto en Barcelona.
En el caso de Mallorca, y más en concreto de Palma, Verónica y Tomeu Fiol Obrador documentaron su historia en Els cinemes de Palma (Edicions Òrbita). La publicación refleja que la vida de los cines «está muy ligada a los acontecimientos históricos. Durante la Primera Guerra Mundial la gente iba para escuchar los noticiarios y tras la Guerra Civil, cuando la sociedad empieza a recuperarse, empezaron a llenarse las salas».
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3 comentarios
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No compañero, llegando el ultimo. Si llegas el primero luego la fauna que va llegando te rodea. Si llegas el ultimo oteas los sitios libres y eliges como he dicho antes, el mas alejado.
Arribant el primer?
Es muy facil, la mas alejada de los rasca-palomitas, sorbedores de refrescos, masca chicles sonoros, habladores de movil, chateadores con pantallas super luminosas, parejas que van a contarse su vida, graciosillos, comentaristas en voz alta y spoileadores de la pelicula... etc. En fin, por eso no voy al cine, al final el raro soy yo que estoy quieto y en silencio.