Algunas personas toman colágeno con la finalidad de mantenerse jóvenes. | @ drobotdean

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La eterna juventud es uno de los objetivos más perseguidos por los seres humanos. Desde la antigüedad, tanto mujeres como hombres se cuidan con la finalidad de retrasar lo máximo posible la vejez. En los últimos años, la toma de suplementos de colágeno se ha popularizado, ya que esta proteína es la responsable del buen estado de numerosas partes del organismo: los huesos, la piel, los músculos, etc.

En torno a todo este se ha creado toda una industria, encaminada a la venta de este y otros suplementos de alimentación. Sin embargo, ¿está demostrado que ayuden a mantenerse joven? El especialista en Salud Pública y Medicina Preventiva, Joan Carles March, asegura que «no hay suficiente evidencia científica que respalde los efectos rejuvenecedores del colágeno». En este punto, asegura que «hay millones de personas buscando colágeno en Google y se pueden encontrar suplementos para añadir al batido y barritas para el refrigerio que prometen restaurar la juventud de la piel».

March lanza un mensaje de advertencia, ya que «ingerir colágeno no ha demostrado ser útil para mantener la salud articular, reducir el dolor articular, mejorar la movilidad articular, regenerar las articulaciones, tampoco mejora la salud de la piel y, mucho menos, es antiaging, detox o entelequias similares. Incluso hay quien sostiene que tomar colágeno para mejorar la salud articular es como comerse un ordenador para ser más inteligente».

No obstante, reconoce que «otros investigadores dicen que sus estudios preclínicos muestran que el colágeno hidrolizado estimula la regeneración del tejido colágeno al aumentar, no solo la síntesis de colágeno, sino también la síntesis de componentes menores. Los estudios clínicos muestran que la ingestión continua del citado producto ayuda a reducir y prevenir el dolor articular, la pérdida de densidad ósea y el envejecimiento de la piel. Estos resultados, así como su alto nivel de tolerancia y seguridad, hacen que la ingestión de colágeno hidrolizado sea atractiva para un uso a largo plazo en enfermedades degenerativas óseas y articulares y en la lucha contra el envejecimiento de la piel».

¿Qué tipos de colágeno puedo comprar?

El colágeno es la proteína más abundante que produce el cuerpo humano; tiene una estructura en forma de fibras para dar consistencia a la epidermis, el cabello, los huesos, los tendones, los cartílagos y los dientes. Además, se encuentra también en el tejido que envuelve y protege a los músculos y los órganos internos. March detalla que el colágeno se puede encontrar en distintas presentaciones: cápsulas, líquidos o polvos para tomar vía oral; barras de proteína y cremas para café enriquecidas con colágeno; cremas con colágeno; e inyecciones. En concreto, hay más de 19 tipos de colágeno, que «dependen -entre otros factores- del tejido en el que actúe y de las sustancias con las que se combine, por lo que no es considerado como una proteína única, sino más bien como una familia de moléculas estrechamente relacionadas pero diferentes entre sí». Los principales tipos son:

- Tipo I: «Se encuentra sobre todo en los huesos, la córnea, la dermis y los tendones y se presenta en forma de fibra con estrías que se agrupan y forman cadenas para dotar a los tejidos del organismo de elasticidad y resistencia».

- Tipo II: «Presente en los cartílagos, en algunas estructuras de los embriones y en el humor vítreo del ojo. Otorga resistencia a estos tejidos ante presiones intermitentes».

- Tipo III: «Está en los tejidos de los músculos, las venas y la piel. Actúa como sostén de los órganos que tienen la capacidad de expandirse y contraerse».

- Tipo IV: «Se encuentra principalmente en la piel. Su función es la de darle sostén y la capacidad de filtrar sustancias diferentes».

- Tipo V: «Presente principalmente en los órganos y en los tejidos situados en el interior del cuerpo. Su función se asocia con la del tipo I, es decir, otorga resistencia a los tejidos».

Mitos sobre el colágeno

El especialista en Salud Pública avisa que, «dado que el colágeno puede inducir una sensación de saciedad o de estar lleno (pasa con cualquier fuente de proteína), algunas empresas han tratado de enmarcarlo como un recurso para perder peso; pero no hay suficientes pruebas que respalden esa afirmación. En algunos casos, estos productos pueden tener el efecto contrario, debido a su contenido de azúcar y carbohidratos, que suele ser alto, además de que tienden a causar distensión abdominal».

Además, advierte que «los expertos afirman que los estudios que aseveran demostrar que el colágeno tiene un impacto positivo en la elasticidad y juventud en general de la piel son demasiado pequeños y anecdóticos como para otorgar verdadera legitimidad a los productos. Sin embargo, el mes pasado, un grupo de investigadores publicó una revisión sistemática de ensayos clínicos sobre suplementos orales de colágeno. «Los resultados comprueban que ingerir colágeno puede reducir las arrugas en la piel y mejorar la elasticidad y la hidratación cutánea». Pero el estudio no incluye nuevas fórmulas. «El reto es que las investigaciones no han identificado las fórmulas o los regímenes de dosificación óptimos». Por este motivo, los médicos recomiendan moderación cuando se prueba un producto como este por primera vez. «Por poco atractivo que parezca, evitar estos populares productos sigue siendo lo más seguro que uno puede hacer», recomienda.