Tras un día de playa, es indispensable una rutina de aseado | Mary Markevich

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La temporada de playa no solo es disfrutable para los humanos, sino también para nuestros fieles amigos de cuatro patas. Sin embargo, es crucial saber cómo mantener a tu perro sano y limpio después de una jornada en la costa. Aquí te ofrecemos algunos consejos esenciales para asegurar el bienestar de tu mascota tras un día de sol y mar.

Baño post-playa

Después de un día en la playa, tu perro necesitará un buen baño para eliminar la sal y la arena acumuladas en su pelaje y piel. La sal puede resecar la piel y causar irritaciones, por lo que es importante utilizar agua dulce y un champú adecuado para perros. Si la playa dispone de duchas para perros, aprovéchalas antes de volver a casa. Frótalo bien y asegúrate de enjuagarlo completamente.

Secado y cepillado

Una vez que tu perro esté limpio, es fundamental secarlo bien para evitar problemas de humedad que puedan derivar en infecciones cutáneas. Utiliza una toalla absorbente y, si es posible, un secador de pelo en la temperatura más baja. Posteriormente, realiza un buen cepillado para eliminar cualquier residuo de arena y evitar nudos en el pelaje, especialmente en razas de pelo largo.

Cuidado de las orejas

Las orejas de tu perro también necesitan atención especial después de la playa. La acumulación de agua y arena puede causar otitis e infecciones. Limpia sus orejas con cuidado utilizando un producto específico para la higiene auricular canina y asegúrate de secarlas completamente. Observa si en los días siguientes tu perro sacude la cabeza o se rasca con insistencia, ya que podrían ser síntomas de una infección y requerir consulta veterinaria.

Protección ocular y un último vistazo

La arena y la sal pueden irritar los ojos de tu perro. Tras la playa, limpia sus ojos con suero fisiológico o agua dulce para eliminar cualquier residuo que pueda causar molestias o daño a la córnea. Esto es especialmente importante en perros con ojos más expuestos o sensibles.

Finalmente, realiza una revisión general del cuerpo de tu perro para asegurarte de que no haya heridas, cortes o quemaduras solares. Es recomendable aplicar un protector solar específico para perros en áreas sensibles como la nariz y las orejas antes de la exposición al sol.