Una buena posición puede ayudarte a soportar el calor nocturno. | Freepik

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Durante las noches calurosas del verano, encontrar una postura cómoda para dormir puede ser un desafío. El calor excesivo interfiere con el sueño profundo, haciendo que nos despertemos frecuentemente. Sin embargo, elegir la posición correcta para dormir puede marcar una gran diferencia en la calidad de tu descanso.

Una de las mejores posiciones para dormir en noches calurosas es de lado. Dormir de lado permite que el cuerpo libere el calor de manera más eficiente, ya que hay menos superficie corporal en contacto con el colchón, facilitando la disipación del calor. Además, esta postura ayuda a mantener la columna vertebral alineada, lo que puede prevenir dolores de espalda y cuello.

Dormir en posición fetal, una variante de dormir de lado, también puede ser beneficioso. Esta posición no solo es cómoda para muchas personas, sino que también puede ayudar a reducir el estrés en la espalda y las articulaciones. Además, permite una mejor circulación del aire alrededor del cuerpo, lo que puede ayudar a mantenerte fresco durante la noche.

Otra postura recomendada es dormir boca arriba, siempre y cuando utilices una almohada adecuada que mantenga tu cabeza y cuello alineados correctamente. Esta posición permite una mejor ventilación y ayuda a mantener el cuerpo en una postura neutral, reduciendo el riesgo de dolores corporales. Sin embargo, es importante evitar las almohadas demasiado altas que puedan forzar el cuello en una posición incómoda.

Es fundamental crear un entorno propicio para el sueño en noches calurosas. Mantén la habitación bien ventilada y utiliza ropa de cama ligera y transpirable. Las sábanas de algodón o lino son ideales, ya que permiten una mejor circulación del aire y absorben el sudor, manteniéndote fresco y seco.

Utilizar un ventilador o aire acondicionado puede ayudar a mantener una temperatura agradable en la habitación. Sin embargo, asegúrate de que el flujo de aire no esté dirigido directamente hacia ti para evitar posibles resfriados o molestias.

Hidratarse bien antes de acostarse y evitar comidas pesadas y bebidas con cafeína o alcohol también puede mejorar la calidad del sueño. Una ducha templada antes de dormir puede ayudar a bajar la temperatura corporal, facilitando el proceso de conciliar el sueño.