Los expertos explican que durante esta fase de sueño profundo, los perros pueden moverse, gemir o incluso ladrar. Estos movimientos corresponden a lo que están 'viviendo' en sus sueños. Por ejemplo, si un perro contrae sus patas mientras duerme, es probable que esté reviviendo una sesión de juego en el parque o una carrera persiguiendo una pelota. De la misma manera, los sonidos que emiten, como gruñidos o ladridos, podrían estar relacionados con experiencias que les generaron alegría o angustia.
El tamaño del perro también influye en sus patrones de sueño. Los perros pequeños sueñan con mayor frecuencia, mientras que los perros grandes tienen sueños más largos y menos frecuentes. Este fenómeno está relacionado con la actividad cerebral, que es más intensa en perros pequeños durante el sueño.
Además de los sueños placenteros, los perros también pueden tener pesadillas. Estas ocurren cuando reviven momentos de miedo o estrés, lo que puede provocar que se despierten asustados o a la defensiva. En estos casos, los veterinarios recomiendan no despertar al animal de manera brusca, ya que podría reaccionar de forma agresiva al no distinguir entre sueño y realidad.
El sueño no solo es un momento de descanso para los perros, sino que también cumple una función vital en su salud física y mental. Soñar ayuda a consolidar la memoria y a procesar las experiencias vividas durante el día, lo que les permite aprender y adaptarse mejor a su entorno. En definitiva, los sueños de los perros son una ventana a su mundo interior, ofreciéndonos pistas sobre su bienestar emocional y su calidad de vida.
3 comentarios
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Siempre he tenido perros y doy fé de que sueñan. En que, ya no lo sé.
Con que desaparezcamos pronto
No sabes lo que está soñando otro sujeto y vas a saber lo que sueña un perro. La gente se flipa mucho.