Mar y montaña rodeando este precioso pueblo. | Elena Ballestero

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Muchos rankings se han hecho sobre cual podría considerarse el pueblo más bonito de Baleares. De hecho, la Asociación de los Pueblos Más Bonitos de España considera Fornalutx como el más encantador de Baleares debido a su preciosa arquitectura y sus bonitos paisajes. Sin embargo, también han sonado nombres como Valldemossa, cuyas vistas montañosas dejan con la boca abierta a cualquiera, o Alcúdia, un pueblo lleno de historia y muy cerca del mar. Sin embargo, la prestigiosa revista de National Geographic se desbanca de estas opciones y decide apuntar a otro pueblo que aúna historia y encanto a partes iguales: Pollença, al cual la sitúa como el decimonoveno pueblo más bonito de España y el primero de Baleares.

Fundado en la época romana, Pollença ha mantenido intacta su esencia a lo largo de los siglos. Su casco antiguo, con calles empedradas y fachadas de piedra, ofrece un paseo por la historia donde se entrelazan edificios de la Edad Media y elegantes residencias señoriales. El corazón de Pollença, la Plaça Major, es un punto de encuentro vibrante, rodeado de cafeterías y restaurantes que invitan a disfrutar de la gastronomía local mientras se admira la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, una joya arquitectónica del siglo XIII.

Uno de los grandes atractivos de Pollença es el Calvari, una colina con una escalinata de 365 peldaños que conduce a una pequeña capilla y desde donde se obtiene una vista panorámica espectacular del pueblo y las montañas circundantes. La subida, aunque desafiante, recompensa a quienes se atreven con una de las mejores vistas de la isla.

En los alrededores de Pollença, la naturaleza ofrece un paisaje diverso y cautivador, ideal para los amantes del senderismo y el ciclismo. La Sierra de Tramuntana, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, bordea el municipio, ofreciendo rutas escénicas que permiten descubrir calas escondidas y montañas imponentes. Muy cerca se encuentran las playas de Cala Sant Vicenç y el Cabo de Formentor, lugares ideales para relajarse y disfrutar del mar Mediterráneo.